¿Por qué los Orientadores técnicos del Fútbol Infantil deben capacitarse?
Cuando observamos lugares que brindan servicios de educación y/o enseñanza a niños (formal o no formal, remunerada o no), y donde esos servicios pueden ser: escolarización, apoyo en algunas materias, un idioma, un deporte, o instrumento musical, que quede bien claro, su premisa básica es la contratación de adultos capacitados y competentes, preparados para trabajar con esas edades.
Esta realidad es obviada en el fútbol infantil, la mayoría de los técnicos experimentan e improvisan antes, y estudian y se capacitan después, siendo el niño rehén de una situación que evidentemente lo perjudica.
Imaginemos en otros planos educativos, que se mantenga la relación mencionada anteriormente en la escuela por ejemplo con alguno de nuestros hijos.
En este caso como padres/madres seguro que no estaríamos de acuerdo, por eso debemos exigir maestros capacitados y con la misma energía y al mismo tiempo, también técnicos capacitados.
Por eso tratamos de insistir desde el Curso único oficial, y al que ustedes pueden acceder en todo el país y dicta la Organización Nacional de Fútbol Infantil (ONFI), en que el primer derecho que debe tener el niño, en una cancha de baby fútbol, es la de tener técnicos preparados, capacitados y actualizados siempre.
A esta altura del artículo, podríamos justificar con marcos teóricos, autores, etcétera, porqué un técnico que va a trabajar con niños en baby fútbol debe capacitarse, pero sería reiteradamente obvio.
Creemos que el mundo adulto responsable (técnicos, ligas, dirigentes), deben tener la sensibilidad suficiente, para ubicar la capacitación en su plan anual de actividades si es una liga interviniendo en esa realidad y a su vez colaborar con los técnicos en etapas formativas decisivas para:
• La formación técnico-motriz, y saber qué debo hacer en cada categoría (no es lo mismo 2008 que 2000) del punto de vista físico, técnico y táctico.
• Para comprender y utilizar la psicología, hacia la promoción y generación de espacios saludables.
• Saber qué debo hacer en caso de un accidente de un niño en una cancha.
• Utilización de la didáctica y pedagogía como marco de planificación, hacia prácticas más divertidas y estimulantes.
• Actualizarse en el reglamento y escuchar como el juez también nos ve desde adentro de la cancha.
• Y, por último, el gran olvidado del baby fútbol el arquerito, el gran sobreviviente, con espacios prácticos de juegos por edad.
Por eso, este equipo interdisciplinario que armó el plan de estudios, que da los cursos y los supervisa en todo el país, resalta siempre, que cuando hablamos de educar, tomando el involucramiento en serio y comprometido, provoca en ambos (niños y técnicos) un proceso de transformación e intercambio de vínculos, generando nuevas experiencias, donde juntos aprenderán y descubrirán desde distintos roles (sin gritos y con exigencias adaptadas a cada edad y niño) el mágico camino del aprendizaje.