Rivera, miércoles 20 de noviembre de 2024

Por primera vez… ¡Artigas campeón del interior!

Un dato poco creíble al analizar los títulos del fútbol artiguense a nivel de Confederación, de clubes y de jugadores importantes que le ha brindado al fútbol nacional, Artigas nunca había logrado el título de mejor del interior a nivel de selecciones.
Había estado cerca, muy cerca de lograrlo. Basta recordar el año pasado cuando en su propio estadio se quedó a un minuto de lograr el ansiado triunfo.
Pero el equipo siguió adelante, casi con el mismo plantel, el mismo director técnico y la misma ilusión.
Clasificaron pero perdieron el campeonato zonal ante el mismo Tacuarembó a quien debía enfrentar en esta oportunidad en un tercer encuentro para conocer al monarca del certamen de selecciones de la OFI.
Jugando en su estadio perdió el primer partido en la última jugada, cuando ya se llevaban jugados tres minutos adicionales y ese día no solo perdió el partido sino que también habían perdido a un gran amigo, dirigente y padre de uno de los jugadores del plantel.
Fue un golpe muy duro pero lograron sobreponerse en el “Raúl Goyenola” donde ganaron y forzaron el partido de definición.
Rivera fue el palco ideal para el encuentro.
Salvo algunos desencuentros económicos que estuvieron a punto de llevarse el partido a lares salteños, lo demás fue solucionado con buena voluntad y disposición por parte del propio Consejo Ejecutivo de la OFI y de la propia Confederación.
Quizás no vino la cantidad de aficionados que se presumía desde Artigas y Tacuarembó pero hay una justificación para ello, los artiguenses no acompañaron a esta selección en la medida que hoy festejan el título, es como si ya estuvieran desanimados antes de jugar, no lo hicieron siquiera cuando jugaron como locales, mientras que los tacuaremboenses venían de un duro revés al haber perdido en su propio estadio cuando tenían la fiesta pronta y les bastaba con un empate.
De todas maneras hubo movilización, llegaron desde los departamentos vecinos más de 1.500 personas.
Y a ellos debemos agregarles los riverenses atraídos por una decisión, por primera vez en la historia del fútbol del interior, en nuestro medio.
Pero la realidad de la cancha nos mostró un partido mucho más parejo que lo que podíamos suponer ante las dificultades que debió enfrentar el equipo rojiblanco con varias bajas y sin muchas posibilidades en el banco de suplentes.
Por el contrario, si mirábamos los reservas de los artiguenses, cualquiera de ellos podían ser decisivos y en realidad lo fueron.
Tacuarembó se las ingenió para ofender en buena medida en el primer tiempo pero sin profundidad, se quedaba en el momento de la definición.
Artigas debió cambiar el ritmo del segundo tiempo y fue más ofensivo, más incisivo y para ello recurrió a la presencia de Ramón Souza que comenzó a cambiar la historia del partido.
Y cuando todo es tan parejo, una jugada de pelota quieta puede ser fundamental y hasta definir el partido, como en este caso.
Un tiro de esquina, los zagueros que subieron al área rival y el capitán, Gerardo Monges, muy cerca de la línea y descuidado, mandó el balón al fondo de la red para delirio de la parcialidad ubicada en la tribuna principal del “Atilio Paiva Olivera”.
Tacuarembó buscó la reacción, intentó con cambios que poco aportaron y debió quitar del campo de juego a quienes habían ingresado lesionados y solamente lo hicieron por la fuerza de voluntad de no dejar al equipo en una instancia como ésta.
A pesar del intento, a pesar del entusiasmo y el esmero de los jugadores rojiblancos, el posibilidad no aparecía y lentamente se fueron sumando minutos que derivaron en el final del partido con un festejo impresionante dentro y fuera de la cancha.
La expulsión de Moreira en filas de Artigas pasó casi inadvertida, ya se jugaba un minuto adicionado y fue apenas una anécdota en el partido.
Llegó el festejo desenfrenado, los jugadores, la mayoría de ellos con muchos años de selección, con varios intentos sin haberlo logrado concretar el objetivo, veían cristalizar el sueño.
Encabezados por el símbolo del equipo, el capitán, el que logró el gol, que llevaba muchos años comandando a la selección con varios técnicos pero sin poder nunca levantar el trofeo máximo, no lo podía creer, era realidad y solamente creyó en ella cuando le entregaron el trofeo y lo levantó al cielo como para ofrendarlo a toda le gente que lo acompañó a lo largo de todos estos años.
Artigas fue el campeón por merecimientos propios pero lo de Tacuarembó fue digno, hidalgo y vicecampeón pero con la hombría que tienen que tener los que pierden una instancia como ésta, tanto que el capitán y todos sus jugadores recibieron el hermoso trofeo y se lo llevaron hasta la Tribuna Avda. Italia para festejar su obtención desechando la vieja premisa del fútbol que señala que “vice no es nada”, en este caso Tacuarembó fue mucho.

LOS DETALLES
ARTIGAS 1 TACUAREMBÓ 0

Cancha: Estadio “Atilio Paiva Olivera”. Hora de comienzo: 20:35. Público aproximado: 3.000 personas. Jueces: José de los Santos, Ruben Ferreira y Miguel Pereira. Cuarto árbitro: Sergio de los Santos (cuarteta de Salto).
ARTIGAS: Jackson Pérez, Sebastián Viera, Gerardo Monges, Carlos Cuevas, Aníbal Ledesma, Germán Díaz, Ruben González, Cristian Paz, Gustavo Giménez, Coqui Paz y Héctor Moreira.
Gol: Gerardo Monges a los 15’ del segundo tiempo.
Cambios: Ramón Souza Paz por Cristian Paz; Gonzalo Paniagua por Gustavo Jiménez y Rony Paz por Coqui Paz.
Observaciones: A los 45’ del segundo tiempo fue expulsado Héctor Moreira.
TACUAREMBÓ: Ernesto Curbelo, Esteban Bentos, Luis Emilio Suárez, Walter Pereira, Cristian Rodríguez, Robert Etchechury, Julio Almeida, Robert Pereira, Gonzalo Vargas, Octavio Sequeira y Carlos Morales.
Cambios: Gerardo Barrios por Carlos Morales; Carlos Rodríguez por Robert Pereira y Cristian Olivera por Robert Etchechury.

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