Rivera, jueves 21 de noviembre de 2024
Suplemento “El Deportivo”:

¡Peñarol campeón sub-18!

Cuando se habla de jóvenes duelen muchos las palabras y hasta se puede considerar que es injusto que exista un ganador y un perdedor.
Pero el pasado fin de semana Peñarol y Huracán jugaron un partido donde no se dieron ventaja alguna y donde la definición del título llegó luego de una lucha de ciento veinte minutos de fútbol.
Pero una vez que pasó la euforia del momento, la tristeza de quienes no llegaron al título es oportuno realizar un balance de las actuaciones de ambos equipos y basta una simple mirada a la tabla de posiciones para entender que sería injusto que Huracán hubiera logrado el título.
Peñarol, por merecimientos propios, fue quien dominó casi todo el certamen, ganó la primera fase sin puntos en contra, ganó la segunda fase sin puntos en contra y perdió cuando no debía, en la tercera y decisiva fase.
Huracán fue de menos a más, fue mejorando a lo largo del certamen y alcanzó su punto máximo en el cuadrangular final cuando derrotó a Peñarol y Sarandí Universitario sus rivales directos.
Sin embargo en la tabla de posiciones acumulada a lo largo del año, los aurinegros llegaban con una ventaja de diez puntos, eran 42 contra 32 del globito.
Y como llegaban sin ventaja alguna, Huracán hizo valer ese aspecto reglamentario y le jugó palmo a palmo en cada jugada del partido aún cuando se quedó con diez por la expulsión de Jorge Gómez a los 22 minutos del complemento.
Recién a partir de allí Peñarol logró imponer su mejor juego, el que lo había caracterizado a lo largo del certamen con la excepción de las tres últimas fechas disputadas.
Y aparecieron los goles de Diego Aiscar que nos recuerdan al Diego de Sarandí y de la celeste del fútbol infantil.
En el momento oportuno, como para liquidar con las chances del globito y para que la justicia fuera mayor, para que no quedaran dudas en cuanto al trámite de la final y del campeonato, Huracán descontó a un minuto del final.
Nunca tanto como esta vez hubo tanta justicia en un certamen que debió ser de Peñarol y lo fue, y en un partido donde la diferencia no eran dos goles y no fue.
Peñarol hoy es el campeón de la sub 18, premio al trabajo, mérito de quienes creyeron en este equipo y tranquilidad del deber cumplido por parte de todos quienes integraron el plantel de jugadores, cuerpo técnico, y junto a ellos un grupo de padres que anduvo al costado del alambrado de todas las canchas donde estuvo la enseña aurinegra hasta llenar el campo del Estadio Municipal de alegría y festejo sin fin.

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