Rivera, jueves 28 de noviembre de 2024
Así nos vieron los colegas de la prensa sanducera:

Paysandú casi termina siendo su propia víctima

El colega Tommy Balbi considera que Paysandú fue el responsable del resultado final por dejarse estar y permitir que la celeste dominara gran parte del segundo tiempo con buena efectividad.
Concretamente el comentario del colega sanducero en relación al partido de mayores fue el siguiente:
“Se los tasaron alto. Quizá demasiado. Pero, en esto del fútbol, está claro que hay que hacer la diferencia en la red rival y cometer mínima cantidad de errores para poder salir airoso. Y la lección, vieja como la injusticia, la recibió Paysandú en su propio reducto, donde no pudo festejar su segunda victoria en el Litoral Norte y terminó igualando 2 a 2.
Es que Rivera, que llegaba al igual que el seleccionado de Ramón Silvera de saborear una victoria en el debut del torneo regional, se encargó de hacerle pagar demasiado caro sus errores. Se cobró un interés demasiado elevado por la ineficacia sanducera a la hora de definir, y por dos gruesísimos errores en la última línea; tan alto, que prácticamente obligó a Paysandú a hipotecar la chance siquiera de sumar un punto en su debut en el Estadio Artigas.
Pero, al menos, pudo rescatar una unidad que puede resultar importante a la larga, sobre todo si se tiene en cuenta que debió remarla de atrás.
¿Mereció Paysandú mejor suerte? Tal vez, pero con sus aspiraciones de campeonato, con el plantel que tiene, está a la vista que no puede darse el lujo de desperdiciar no menos de cuatro ocasiones claras de gol, y de suicidarse en un par de jugadas de pelota quieta.
El equipo comenzó con buen pie. Tuvo la pelota y en los primeros minutos ya hizo vibrar a los hinchas, que se acercaron a alentar en buen número pese a la amenaza de lluvia.
Pero poco a poco la cosa se fue emparejando; tanto, que Paysandú no se mostró fino en mitad de la cancha, tuvo algunos problemas para volver cuando el rival se hacía de la pelota, y esto llevó a que sufriera en dos ocasiones en la última línea.
Pero con el paso de los minutos Parodi fue apareciendo. Su calidad intacta permitió que el equipo creciera, y cuando esa reacción estaba en auge llegó el gol sanducero, gracias a un cabezazo de Juan Arregín.
Era el gol de la tranquilidad, que permitía manejar el partido en búsqueda del segundo gol. Aunque esa sensación de seguridad duró poco, ya que Chubrega (que ocupó el lugar del lesionado Pérez) debió retirarse lesionado significando una baja importante no solo en la última línea sino en el equipo, dado que se había transformado en uno de sus mejores exponentes.
Igualmente, Paysandú siguió buscando. Y pecando a la hora de definir, de liquidar a los fronterizos que veían como Parodi dejaba solo a Patritti (incluso tras dejar a cuatro jugadores por el camino en una de las jugadas que generó), y el delantero no acertaba a la hora del puntillazo final, perdiendo un par de ocasiones en forma poco creíble.
La idea era mantener el predominio en el complemento, aceitar el funcionamiento, sabiendo que el rival intentaría reaccionar en los primeros minutos del segundo tiempo. Y Paysandú cumplió la planificación casi a la perfección. Casi, porque generó tres ocasiones de peligro, sin poder concretar ninguna.
Era perdonarle la vida a un rival que estaba lejos de estar liquidado. Tanto, que Rivera sacó jugo de esa ineficacia del local a la hora de definir, y aprovechó un grueso error defensivo para marcar la igualdad. Los nervios comenzaron a complicar a Paysandú. Y ni que hablar cuando, casi sobre la media hora del complemento, Rivera volvió a aprovechar un gruesísimo error para que López cabeceara en el área chica y diera vuelta las cosas.
Ahora había que remar de atrás, intentar sobrellevar el momento, sacar a relucir toda la rebeldía e intentar no irse al vestuario con las manos vacías. Y se pudo, ya peleando los dos con un jugador de menos por una jugada que favoreció a los sanduceros, dado que el árbitro paró una carga que seguramente terminaba en gol para expulsar a un futbolista por bando.
Paysandú arriesgó con una línea de tres final, y los pases de Parodi, peleando contra el físico, volvieron a dejar a los delanteros de cara al gol. Pero se volvía a fallar, hasta que Patritti se redimió, aprovechó la ineficacia de la defensa rival a la hora de despejar y, tras un segundo rebote en un compañero, quedó solo de cara al gol y definió de gran manera. Y habría tiempo aun para una notable atajada del golero visitante, que evitó lo que hubiera sido una remontada espectacular de Paysandú.
La Blanca rescató un punto importante, si se tiene en cuenta cómo se dieron las cosas.
Pero no debió sufrir tanto. Fue víctima de sus propios errores, ante un rival que se aprovechó la situación y estuvo muy cerca de complicar aun más a Paysandú que, más allá de todo, sigue intacto en búsqueda del título”.

LA PAY-18 SE COMPLICÓ LA VIDA;
PERDIÓ POR 2 A 1 CON RIVERA

Desde Diario El Telégrafo de la ciudad de Paysandú, el colega y amigo Daniel Bazet Fernández considera que los sanduceros se equivocaron en el procedimiento y terminaron perdiendo el partido de los juveniles.
Señala textualmente: “Seguramente que no estaba en los planes de nadie, pero la selección sub-18 de Paysandú perdió de local ante Rivera por 2 a 1 y de esta manera se le complicó la chance de clasificar al 9º Campeonato de Selecciones de la Organización del Fútbol del Interior (OFI).
El encuentro que correspondió a la segunda fecha de la Confederación del Litoral Norte, encontró a un equipo sanducero muy complicado, con falta de reacción, por momentos con un andar cansino, no utilizándose a los volantes por afuera, una porque no se le buscaron con criterio y otra porque muchas veces éstos no fueron a buscar el fondo para ser habilitados.
Dio la impresión que cuando Rivera tomó contacto con el balón y demostró tener un gran oficio del fútbol, con toques constantes, saliendo por los costados, haciendo sufrir el fondo de Paysandú, fueron motivos del descontrol futbolístico sanducero.
Había comenzado bien el local, pero se fue quedando en el partido, como sintiendo el esfuerzo de los primeros minutos, que para colmo de males en ocasiones propicias de gol que se contaron para el dueño de casa, no fueron aprovechadas.
Rivera con el gran manejo de Yuri Galli, el conductor de su equipo, el aporte de Anthony Ramos y la presencia ofensiva de Daniel Álvarez, obligando a la extrema defensa sanducera, fueron complicando el accionar de Paysandú.
Apenas iniciado el segundo tiempo, un error defensivo del elenco sanducero y lo aprovechó muy bien Álvarez, para abrir el marcador y otro nuevo error en la extrema defensa, Jorge Pereira Soares puso el 2 a 0 en favor de la visita.
Hubo algo de reacción de Paysandú, en la cual el entrenador Raúl Maldonado pasó a Guillermo Andrada a mitad de cancha, dejando una línea de tres en el fondo y así se acercó mejor al arco del rival que ya jugaba con diez ante la expulsión de Matías Amado.
Vino el descuento de Alexander Luberiaga, pero no alcanzó como para por lo menos sacar un empate y al final ganó bien Rivera ante un equipo de Paysandú que deja mayores preocupaciones que aciertos, principalmente ante el cansancio que demuestran algunos jugadores.

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