No hay que descartar que pasemos un año sin ir a una cancha de fútbol
En estos últimos días hemos recibido decenas de consultas relativas a nuestra opinión acerca de la actividad deportiva de la presente temporada.
En primera instancia, debemos reconocer que lo principal es la salud de los ciudadanos del país, y de los deportistas, en particular. Si es necesario que no haya actividad durante todo el año, deberemos esperar hasta el próximo año para volver a las canchas.
Y esta afirmación no puede llamar la atención a nadie, porque es una realidad que debemos enfrentar de la mejor manera y con pensamiento positivo, pero en relación a la salud de los ciudadanos, de los deportistas y, en definitiva, de todos nosotros, que vamos a la cancha como un simple aficionado.
En otras oportunidades hemos manejado el concepto de acostumbramiento que tiene el ser humano. Está el que se acostumbra a levantarse todos los días a las seis para trabajar, el que se acostumbra a dormir media hora de tarde, el que está acostumbrado a acostarse a las nueve de la noche, el que los domingos va a la casa de la suegra a almorzar o el sábado de noche al cine, como así también está el que se acostumbra a entrenar todos los días a mediodía, jugar los fines de semana o ir a la cancha todas las tardes de domingo.
Ya hace algo más de dos meses que no hacemos nada de eso y es peligroso para el fútbol, porque las tardes del sábado y domingo las estamos cambiando por otras tareas, por ejemplo, arreglar el jardín de casa u ordenar el galpón.
Nada nos asegura que al retorno de la actividad futbolística vayamos a reiniciar nuestra antigua pasión. Se corre el serio riesgo de la sustitución de hobbies y hasta le vamos a encontrar aspectos positivos.
HAY DIFERENCIAS
Hay que establecer que el fútbol del interior es diferente al de la capital, a pesar de la integración de la Organización del Fútbol del Interior (OFI) y la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF).
En la Asociación Uruguaya de Fútbol hay compromisos. Se puede jugar sin público, porque la TV aporta el dinero necesario para cubrir los costos, y porque lo jugadores necesitan jugar para generar la posibilidad de un pase, que es lo que más le interesa al club desde el punto de vista económico.
Pero en el interior el jugador trabaja, debe cumplir sus ocho horas diarias en su actividad para llevar el sustento a su familia y, en el mejor de los casos, cuando hay algo extra del club para que juegue los fines de semana, es solamente un complemento.
Pocos, muy pocos, son los futbolistas que viven solamente de lo que le aporta el club. Y ese deportista debe estar bien para seguir con su trabajo diario y lograr el salario que le permita vivir dignamente.
Es por ello que lo primero es la salud. Es más, en las últimas horas ha trascendido que la Organización del Fútbol del Interior se ha desmarcado del protocolo que propone la Asociación Uruguaya de Fútbol por considerarlo que no tiene nada que ver uno con otro.
A partir de allí se pueden realizar las opiniones en relación a lo estrictamente deportivo.
Desde que comenzó todo, el pasado 13 de marzo en nuestro país, siempre tuvimos claro que la actividad por este año estaba casi perdida, o al menos muy complicada.
No olvidemos que en primera instancia se habló del 15 de mayo, luego a mediados de junio, después a mediados de julio y ahora ya se habla de fines de agosto.
Pero tampoco hay seguridad, y son muchos los campeonatos que faltan jugar por parte de OFI, lo que hará que una de las primeras medidas sea modificar el calendario que estaba previsto para este año.
Y se podrá preguntar, ¿qué tiene que ver la actividad de OFI con la local? Mucho, porque en primera instancia hay que depender de la decisión de OFI respecto a la vuelta a la actividad.
Ninguna Liga podrá resolverlo por sí misma y habrá que aguardar la vía jerárquica que a nosotros nos llegará proveniente del Consejo Ejecutivo de OFI, que a su vez dependerá de las decisiones de la Secretaría Nacional de Deportes y esta del Ministerio de Salud Pública y el Gobierno Central.
No hay nada que asegure que a fines de agosto se pueda jugar. Hay que esperar. Ni siquiera nada puede asegurar que en setiembre, octubre o noviembre vamos a estar en una cancha de fútbol.
Mario Cheppi ha dicho que se pretende no perder los campeonatos juveniles de esta temporada, que los campeonatos nacionales de mayores y sub-17 se van a jugar, pero seguramente la Copa de Clubes, tanto de la Divisional A y B, no se van a disputar en esta temporada.
A nivel local, lo concreto es que los campeonatos de la categoría sub-14 y la sub-20 ya están perdidos.
Restan, entonces, las categorías juveniles: la sub-15, que es muy difícil que se juegue, y la sub-17, que debería jugarse para el caso de reapertura de las canchas, y la actividad de la Primera División. Y, en todo caso, coincidimos con Frontera Rivera Chico, que propone que no sea obligatoria la participación.
En cuanto al fútbol infantil es muy probable que este año no haya actividad alguna. Es muy difícil que también haya actividad oficial en las Ligas de Veteranos y todo podría limitarse, en caso de retomar la actividad, a que se puedan jugar algunos torneos amistosos sin obligatoriedad de participación.
Pero, aclaramos que todas estas son opiniones estrictamente personales y que nada tienen que ver las decisiones que adoptarán dirigentes neutrales y de los clubes. Pero en su momento, por ahora y al menos hasta dentro de un mes y medio o dos, nada, absolutamente anda.