No hay dudas que se ha jugado mal, pero las chances aún están intactas
Como pocas veces hemos visto a una selección celeste jugar tan mal como lo ha hecho está selección sub-15 en estos dos primeros partidos.
Quizás hay que trasladarse, en la memoria, muchos años al pasado, puede ser cuando los sanduceros nos hicieron trece goles en dos partidos y, lo peor fue escuchar a los rivales conversar entre ellos para evitar rematar a nuestro arco porque tenían muchos amigos entre los jugadores riverenses.
Quizás aquella nefasta tarde en el viejo estadio Municipal cuando el Estudiantil sanducero le ganó a Oriental luego que los riverenses habían logrado una buena diferencia por la Copa de Clubes Campeones. Los cinco goles de San José en una de las finales del Campeonato del Interior a mediados de la década del ochenta.
Pero siete goles en dos partidos, siendo que uno de los rivales -con el mayor de los respetos- es San Gregorio de Polanco, nunca lo habíamos vivido.
Ha querido el destino que estos dos encuentros se disputaron afuera de casa por lo que la definición la tenemos en nuestras manos.
Pero, para ello, hay que mejorar y como sabemos que se trata de una selección muy buena es que aún conservamos toda la chance y particularmente mantenemos la esperanza de una mejoría que seguramente llegará.
Ahora tenemos quince días para entrenar, para analizar, para pensar y conformar el mejor equipo para los partidos decisivos.
Partimos de la base que los rojiblancos, en su propio estadio, le van a ganar a San Gregorio de Polanco y con ello logran asegurar la clasificación.
Vendrá a nuestro estadio sin la responsabilidad de puntos.
Y luego tendremos a San Gregorio de Polanco con todas las cartas a la vista y sabiendo que es lo que mejor nos conviene para seguir en carrera.
Pasado este período de indecisión, de malas actuaciones es importante conocer a los jugadores celestes para saber que hay quienes son muy buenos y no han rendido absolutamente nada.
Puedo resultar iluso pero sigo creyendo en nuestros jugadores, en el trabajo que se realiza, en las posibilidades de seguir adelante y solamente el destino nos va a dar la razón pero, por encima del entusiasmo, de las ganas que tenemos de ver a un equipo juvenil celeste en lo máximo del torneo, hay que revertir una situación futbolística que hasta ahora no hemos visto en este equipo.