Néstor “El Charrúa” Machado retuvo el título en excelente velada organizada por la UDC

El pasado fin de semana se llevó a cabo una excelente jornada de deportes de contacto en el ex local de Motociclo en el Shopping Melancía. El local quedó chico para albergar a más de mil personas que se hicieron presentes con una venta de entradas que estuvo cerca de las ochocientas.
Una magnífica grilla de combates en la jaula donde brillaron el kickboxing y el MMA (artes marciales mixtas). No le faltó absolutamente nada a la organización donde actuaron muchos agentes, entre ellos una productora local y la División Deportes de la comuna pero que además contó con el aporte y apoyo de cada uno de los deportistas locales que luego se subieron al escenario para brindar lo mejor.
Un único contratiempo que fue bien solucionado a la brevedad y que finalmente resultó con un muy buen final. Uno de los deportistas que se iba a subir a la jaula para enfrentar al Prof. Juan Porto, se bajó pocas horas antes de la pelea.
Rápidamente los organizadores lo sustituyeron por un riverense y a la postre fue el mejor combate de la noche con muchas emociones y el único que llegó al final con la enorme duda de conocer al ganador hasta que se levantó el brazo de Porto, pero con cerrado aplauso para el contrincante.
Y, los más de mil, esperaban ansiosos la pelea final en MMA y con la presencia del venezolano Juan Campos, que fue el retador que vino con el objetivo de quitarle la corona al riverense Néstor “El Charrúa” Machado.
No fue una gran pelea pero, aun así, el visitante tuvo un buen momento en la pelea pero luego sucumbió ante la andanada de golpes del riverense que motivo que al comenzar el tercer round, de una pelea pactada a cinco, ya estuviera extenuado y abandonara la pelea.
Su decisión no satisfizo a nadie, ni siquiera al propio rival, que inmediatamente tomó el micrófono para solicitar disculpas a los presentes. Pero también el venezolano hizo lo propio y explicó las razones por las cuales abandonaba la pelea y fue bien entendido por el público que lo despidió con un cerrado aplauso.
En definitiva, el riverense retuvo la corona y al volver a colocarse el cinturón recibió el cariño y el afecto de todos los asistentes.

FUE UN GRAN ESPECTÁCULO QUE ABRE PERSPECTIVAS DE NUEVAS REALIZACIONES

Nueve peleas conformaban la grilla que se presentó en el Shopping Melancía el pasado fin de semana con la atracción del kickboxing y el MMA.
Sin duda alguna que la atracción era la pelea de fondo donde el riverense Néstor “El Charrúa” Machado ponía en juego su cinturón sudamericano ante el venezolano Juan Campos que venía precedido de buenos antecedentes y llegaba con el objetivo de llevarse el título.
Campos reside en Ecuador y tuvo un inconveniente en el viaje cuando, por equivocación, se subió a un avión que iba en sentido contrario a nuestra frontera. Incluso no pudo estar presente en la conferencia de prensa realizado el día anterior porque un deportista local tuvo que ir hasta Porto Alegre a buscarlo y de esa manera llegar a tiempo.
Todo ello motivó un cansancio, no sólo físico, al competidor y en definitiva ello se notó en la jaula.
Pero todo comenzó con la victoria de Elías del Castillo. Luego Leonardo Ferreira por abandono del argentino Alejo Thea; el uruguayo representaba a Guerrero de Acero de la ciudad de Salto que se vino con una nutrida delegación, el argentino del grupo GIM Patagonia que también llegó con varios luchadores.
Fue increíble como ver que al final del primer round el argentino, después de saludar a su rival, se le salió la clavícula del lugar lo que no solo motivó su abandono sino que el rápido ingreso de los médicos a escena.
Otra de las buenas peleas de la noche la protagonizaron el argentino Walter Hurtado ante el santanense Emerson Volpato. Fue en kickboxing hasta 82 kilogramos y una de las pocas que llegó al final pero en todo momento el argentino se mostró superior y por decisión unánime del jurado resultó ganador.
Luego, por el título sudamericano de la Unión de Deportes de Contacto (UDC) en kickboxing hasta 67 kilogramos, semiprofesional, el argentino Adrián Bonet resultó ganador ante el salteño Facundo Hernández.
Al comenzar el segundo round y debido a la enorme diferencia que se advertía en la jaula, desde el rincón del uruguayo tiraron la toalla en señal de abandono.
Vino entonces la quinta pelea de la noche donde comenzaba el MMA, en este caso hasta 64 kilogramos.
El uruguayo Paulo Portillo fue ganador por sumisión, a Milton Pereira del grupo Fronteira Five.
Esto ocurrió a los dos minutos del primer round.
La sexta pelea de la noche, también en MMA profesional hasta 75 kilogramos. El brasileño Guilherme González de Fronteira Five ganó por sumisión, en este caso a los 50 segundos de pelea, al representante de Black Lyon.
También fue muy buena la pelea entre el brasileño Luis Guimarães y el salteño Diogo Steveen.
El primero representando a Fronteira Five y el salteño del grupo Guerreros de acero y Guimaraes lo ganó al término del primer round.
Se acercaba el momento de mayor emoción de la noche y las dos peleas centrales.
Pero hubo un inconveniente en la penúltima cuando el Prof. Juan Porto debía luchar ante un rival que en la noche anterior, en plena conferencia de prensa, anunció que se bajaba de la grilla y que no iba a competir.
Rápidamente la organización tomó cartas en el asunto y solucionó todo a la brevedad con la aparición de un contrincante.
Lo que parecía un relleno terminó siendo una gran pelea, quizás la mejor de la noche y que llegó al final con la duda entre los espectadores de la decisión del jurado.
El rival fue, en definitiva, otro riverense, Oscar Cruz de la Academia Infinito.
Juan Porto, representante de Black Lyon terminó siendo el ganador por puntos ante el cerrado aplauso de todos los asistentes para ambos contendores.
Llegaba, de esta manera la última pelea de la noche y en escena, con notable producción de luces y música, el riverense Néstor Machado y el venezolano Juan Campos.
Lucha pactada a cinco round y donde estaba en juego el título sudamericano que perteneció al “Charrúa”.
Hubo dos golpes bajos, sin querer, que fueron los temas centrales de la pelea, el primero de ellos del venezolano que provocó gran dolor en el riverense y hasta en determinado momento, llegamos a dudar en la capacidad de volver a la lucha.
Pero en el segundo round fue al revés y quien lo sufrió fue Juan Campos, pareció mucho más complicado para su retorno e incluso subió el médico a revisarlo.
Sin embargo siguió luego que entre las dos paralizaciones se perdiera muchos minutos de pelea.
Cuando finalizaba el segundo round y antes del comienzo del tercero, uno de los técnicos del visitante cruzó a nuestro lado y nos advertía que ya no resistía más. Y así fue, cuando comenzaba el tercer round llegó el abandono del visitante.
Inmediatamente Machado tomó el micrófono para solicitar disculpas a los presentes porque dijo que deseaba una buena pelea y estaba convencido que no se había ofrecido.
El venezolano también le habló a los espectadores presentes explicando por todo lo que había pasado para llegar a la pelea y las razones de su cansancio físico. Es que el rival de Machado venía desde Ecuador y al llegar a Brasil se equivocó en un vuelo y en lugar de venir al sur se fue al norte, quedando muy lejos de nuestra frontera.
Los organizadores, con la buena voluntad de un deportista se fueron hasta Porto Alegro a buscarlo para traerlo en auto con la finalidad que llegara a tiempo, tanto que no pudo estar presente en la conferencia de prensa realizada la noche anterior a la pelea.
Todos lo entendieron y Campos se retiró de la jaula con el plauso de todos los presentes y luego llegó la hora del festejo del riverense que de esta manera mantiene el cetro sudamericano.
Por encima de todos los resultados hay que destacar la perfecta organización de Kabala producciones, la participación activa de la División Deportes de la comuna, el aporte con el patrocinio de la Unión de Deportes de Contacto y el apoyo incondicional de más de mil espectadores que estuvieron presentes en el local que resultó chico para albergar a un público ávido de buenos espectáculos que seguramente se repetirán.
Palabras finales para la excelente locución de Paulo Pedrozo que acrecentó el brillo que la fiesta ya tenía.