Rivera, jueves 26 de diciembre de 2024

Medio siglo de vida del club que rinde homenaje a Joaquín Lenzina

El pasado domingo el Ansina Fútbol Club festejó sus 50 años de vida. A las 10:30 horas del 6 de marzo de 1966 se reúnen vecinos del barrio, con la finalidad única de formar un cuadro de fútbol, denominado Ansina, y a su vez designar a una Comisión que actuará desde esa fecha y por espacio de un año.
Persona humilde y generosa, como lo fue el “Negro” Joaquín Lenzina (nombre real de Ansina), que demostraba lealtad intangible a nuestro héroe José Gervasio Artigas y así se escogería el nombre que llevaría la novel institución.
La primera Comisión quedó constituida con Mauricio Olivera como presidente, Casimiro Trinidad, vicepresidente, Pedro Castaño como tesorero, Carlos Correa como pro tesorero y fueron vocales, Alejandro Gómez, Giovanel dos Reis, Valencio González, Wilmar Acosta, Hugo Ribeiro, Antonio González, Poggi, Heber dos Reis, Aristotel Silveira, Adán Olivera, Darcy Castaño, actuando como secretario de actas y representante de la institución ante la Liga de Fútbol, José Ruiz, conocido como Pepe.
En el primer año, Ansina jugó en la Divisional Extra y logró el vice campeonato y dicho plantel estaba integrado por los siguientes jugadores: Wilman Acosta, Ariel Olivera, Giovanel dos Reis, Alejandro Gómez, Peleurino Poggi, Salvador Díaz, Wvister da Mota, Adán Rosa, Carlos Ceferino Sosa, Raúl de León y Penacallo. Estaba al mando de la conducción técnica Patrocinio Poggi.
Parece fue ayer que vimos a aquel equipo de raíces humildes, como si se espejara en el barrio, militando en la nostálgica y recordada “División Extra”, por aquellos que ya pasamos el medio siglo de vida, durísimos campeonatos disputados con mucha lealtad, jugados en la cancha de Huracán entre otras.
Ahí estaba la figura infaltable de Salvador Díaz Murillo, que después de desempeñar la ardua tarea de “canillita”, profesión que abrazó, y que a la postre fuera el sustento de la familia, repartiendo los diarios, aprovechaba la oportunidad para invitar a los suscriptores, amigos y allegados a ir a la cancha a ver el equipo de sus amores, como una sensación sin igual.
Podría faltar la pelota, la ausencia del juez, pero Salvador estaba presente. El cansancio no era motivo para perderse el encuentro; encuentro este que muchas veces fuera partícipe como jugador, y lo disfrutaba vistiendo esa camiseta. Dado la emoción que sentía, transformaba un partido común como si fuera una final de campeonato, con mucha intensidad y alegría.
Al año siguiente se consagraron campeones de dicha Divisional adjudicándose el ascenso a la Divisional Intermedia en 1968. Luego fueron campeones en Intermedia y se logra el ascenso a la B. Hasta el año 1973 permanece en la misma divisional.
El 26 de febrero de 1973, ante al Ministerio de Educación y Cultura se obtuvo la Personería Jurídica al aprobarse en definitiva los Estatutos.
Al año siguiente Ansina se consagra campeón de la Divisional Primera B de la mano de Jorge Cuña (Boca de León), conocido jugador de nuestras selecciones, del 14 de Julio y de Frontera, obteniendo el derecho legítimo a participar en el torneo de Primera Divisional.
Allí permaneció durante el ‘75, ‘76 y ‘77, y fueron años dignos de un equipo de barrio, al año siguiente vuelve a la Divisional B.
Salvador Díaz destinó gran parte de su vida al Ansina. Era poseedor de una gran generosidad, pues brindó parte de su casa, para que en ese espacio físico desde el principio de su fundación se albergara por muchos años la Sede del Club Ansina (Ansina 979), lugar este en que se realizaron allá por los años ‘73 y ‘74, muy buenas recaudaciones a través de bailes.
Estos bailes, conjuntamente con otros beneficios, se sumaron para la compra del terreno en que hoy se encuentra la Sede Actual (Ansina 929), en una feliz idea del secretario Salvador Díaz Murillo junto con el presidente Duamel Borrea.
Otros dirigentes de la época, ante el descenso del equipo, preferían armar un equipo con esos fondos y volver al año siguiente a la Divisional “A” de privilegio, pero se enfrentaron con la posición sólida y acertada de Salvador, algo que los sucesores dirigentes agradecen eternamente.
En 1986, en el campeonato donde participaron doce equipos, Ansina obtuvo el segundo lugar, destacándose la labor en la dirección técnica por parte de Juan Eduardo Balcemao, quien realizó un trabajo serio y responsable. En 1996 Ansina se consagra campeón de la Divisional B en una final contra Guaraní Postal. En esa instancia el entrenador fue Carlos Cassanego Venancio y en la presidencia de la institución estaba Amado Ney Guillenea.
El plantel estaba formado por Richard Vargas, Adalberto Cuello, Ricardo Trinidad, Víctor Borges, Leonardo Souza, Jorge Borges, Roberto Núñez, Juan Carlos Alvez, Eduardo Vitello, Eddie de Souza, Luis Pereira, Richard Alvez, Deivid Umpiérrez, Carlos Silva, Oscar Vitello y Elbio Silva.
El pasado domingo 6 de marzo, y gracias al esfuerzo y trabajo de mucha gente del barrio, la institución cumplió su medio siglo de vida.
A Oscar Sosa, en su calidad de Presidente del Club y a todos quienes colaboran efectivamente para que este equipo siga vivo en medio de un fútbol complicado, caro y con altibajos, nuestras sinceras felicitaciones.
Mientras tanto la Comisión Directiva hace propicia la oportunidad para saludar a todas las personas que pasaron por el club y ayudaron y colaboraron siempre. También agradecen la ayuda de los que hoy colaboran y hacen con que el club esté con sus puertas abiertas.

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