Los colorados se adueñarán del Estadio y los visitantes serán locatarios ante Cerro

Una excelente jugada del Internacional de Porto Alegre que ante un pedido formulado por su director técnico, Jorge Fosati se pudo concretar merced a la intervención de empresarios brasileños que se adueñaron de todo, de la venta de entradas, de la organización, de las acreditaciones, del estadio y hasta de la propia ciudad de Rivera sin contar que serán los dueños del espectáculo aún cuando el locatario es Cerro.
Pero todo esto es una causa directa del pésimo momento del fútbol profesional uruguayo que se vende al mejor postor y que aún contrariando la decisión de su técnico, se viene a Rivera no a buscar un triunfo sino a buscar los dólares que seguramente en Montevideo no los lograrán.
Dentro de este panorama el que gana es el pueblo deportivo de Rivera, por lo menos los más pudientes, aquellos que pueden pagar la entrada a un precio que no estamos acostumbrados.
Un espectáculo de este tipo no es usual en nuestro estadio que desde su reinauguración ha tenido la posibilidad de muy pocos partidos internacionales salvo los del propio debut en 1995 con la Copa América.
Hoy está la posibilidad para los amantes del fútbol, habrá un equipo que sin duda alguna es uno de los mejores del continente y otro, el uruguayo que buscará evitar la victoria del colorado lo que aparece como casi un imposible.
Desde el punto de vista deportivo es como enfrentar a David con Goliat pero, sin duda alguna, que la escasa chance que podía tener Cerro jugando en el Centenario o en el Parque Central (aunque Nacional no lo presta ni por todo el oro del mundo), se pierde al jugar en nuestro medio donde el visitante será locatario y el local albiceleste será más que visitante en un partido que, por ganar unos dólares, se puede perder millones para el caso de no acceder a la segunda fase.
Pero, allá ellos, eso es lo que buscan, eso es lo que quieren, y eso es lo que se van a llevar con la efectiva colaboración de todos nosotros a través del Municipio riverense que les abrió las puertas para que no dejaran un solo dólar por aquí y que todo lo que le ofrecieron se lo llevaran.
¡Hasta mañana y feliz noche a quienes vayan al estadio!

ESTA ES LA PROMOCIÓN QUE HACEN DE
NUESTRO ESTADIO EN RÍO GRANDE DEL SUR
Sin duda alguna que el comentario de la víspera era una columna aparecida en el Diario Zero Hora de Porto Alegre donde analiza el lugar donde se va a jugar mañana un partido internacional válido por la Copa Libertadores.
El artículo, firmado por Diogo Olivier, establece:

El estadio de Inter y Cerro recibe arreglos para el juego del viernes. Ventanas rotas, instalaciones hidráulicas y pintura de los vestuarios paras por manutención.
Es casi un conteo regresivo. En las próximas 72 horas, el Estadio tiene que estar brillando como uno de esos estadios del mundo. Por eso el movimiento en el piedemonte de calle Agraciada, en Rivera. Y es allí, en el Atilio Paiva, que Inter enfrentará a Cerro, de Uruguay, el jueves. Ayer fue una jornada de trabajo bajo el fuerte sol para poder cumplir los plazos.
El vicepresidente de la Conmebol, Eugenio Figueiredo, inspeccionó todo hace dos semanas. Solicitó algunos arreglos. Quería una nueva pintura, vestuarios limpios y garantías de que no habrá problemas como la falta de agua caliente para el baño de los jugadores. Entonces, la Intendencia de Rivera se puso manos a las obras.
“Estamos reponiendo las ventanas rotas, revisando las instalaciones hidráulicas y pintando los vestuarios”, explicó el Director de Deportes del municipio uruguayo, Horacio Hernández.
Para las próximas 72 horas está programada una limpieza hisórica. Aún hay mucha suciedad cumulada en todos los rincones. El césped es bueno y mide 110m x 70m. No hay pozo o señales de castigo. Y tampoco lo podría haber: nadie juega en el Atilio Paiva.
Es demasiado caro el alquiler para los torneos amateurs, y la solución pasa por alquilarlo para partidos especiales, como cumpleaños.
Por R$ 1 mil es possible que cualquier pata de palo corra detrás del balón y hasta anotar un gol en el arco en el que Túlio uso su mano para derrotar a la Argentina en la Copa América de 1995. No tiene lujos, pero es acogedor.
“Aquí nosotros pondremos unos almohadones. No queda bien que los jugadores se sienten en este banco de piedra”, cuenta Adolfo García, quien colocaba piezas de acrílico nuevas en los bancos de suplentes.
Se puede apreciar un esbozo de orgullo en quienes trabajan en dejar el Atilio Paiva en condiciones de recibir estrellas como D’Alessandro y el “Pato” Abbondanzieri. Ambos son los preferidos de los alcanzapelotas de la escuelita de fútbol binacional Pibe Soy -que entrenaron ayer-, para el pedido de autógrafos.
“¡Mira allí! ¡Hasta tablero electrónico tenemos!”, señaló Enegino Sánchez, uruguayo y colorado.
Cuatrocientos policías se encargarán de la seguridad en el Estadio, de 27.162 lugares.
Cerro llega hoy, de ómnibus, a Rivera. Inter desembarca mañana, de avión, a Santana do Livramento.
“Si hay 2 mil hinchas de Cerro serán muchos. Será un mar rojo bien protegido”, bromeó Hernández.

Hasta ahí textual lo que señala Zero Hora con algunas informaciones certeras pero con una promoción bastante negativa de nuestro estadio, pero, en fin, eso era lo que se quería: promoción.