La presencia de Juventud salteño sirve para unir y agregar nuevos amigos
Los veteranos del básquetbol de Sarandí Universitario recibieron al equipo de Juventud de la ciudad de Salto.
Además de la atracción de muchos basquetbolistas que tienen un pasado glorioso en el baloncesto del interior y la presencia de otros que comenzaron a encestar por la atracción que causa el deporte y por la necesidad de mantenerse en movimiento y agregando amigos.
En el equipo local la actividad crece y a cada entrenamiento se suman participantes y ello es visible en cada uno de las reuniones que realizan habitualmente en el Gimnasio “José Agustín Moratorio”.
Lo del rectángulo es una mera excusa para reunirse y buscar la victoria, pero lo que realmente importa e interesa es lo que pasa después del partido.
El sábado, luego de sudar la camiseta, de acertarle al aro, todos se fueron al local de La Picaña detrás del Estadio Municipal y compartieron un asado pero, más que eso, compartieron experiencias, anécdotas del básquetbol, y una serie interminable de cuentos que tuvo fin cuando ya amanecía el domingo.
LOS QUE ESTUVIERON EN EL RECTÁNGULO
En Sarandí Universitario hubo necesidad de conformar tres equipos por la cantidad de jugadores presentes: Yamandú Gómez, Pablo Mello, Diego Peláez, Holger Vildózola, Héctor Vila, Juan dos Santos, Henry Mello, Sergio Artazo, Calucho de León, Teco Souto, Aníbal Fagúndez, Daniel Silva Antuña y Washington de Mello.
En el Juventud salteño se conformaron dos equipos: Riuchard Pereira, Sergio Guardia, Jorge Cattáneo, Roque Paulino, Gustavo Casco, Míguel Santos, Jonhy Franchetti, Caio Martínez, Gustavo Sicco, Roberto Mesa, Luis Grosso y Pablo Ruiz.
Cuando se dice que el partido sirvió solamente para confraternizar es porque el local perdió pero no se publicará el resultado pero es importante destacar que Sarandí logró vencer en uno de los tiempos.