La duda de siempre: Se debe jugar en estas condiciones o hay que suspender
En cada una de las oportunidades que se suspende un partido por malas condiciones del tiempo y del estado de los campos de juego hay voces que se escuchan y que dicen que hay que jugar igual porque el jugador riverense no sabe jugar en medio del agua y del barro.
Se dice: “caen unas gotas en Tranqueras y se suspende en Rivera”.
Consideramos, desde siempre, que se debe suspender porque hay que prevenir lesiones a jugadores que más que eso son trabajadores del día siguiente.
Pero además porque hay que preservar el patrimonio de los clubes.
En ese sentido se sabe que los equipos que ponen a disposición la cancha, cobran un alquiler por ello pero la realidad nos indica que lo que se cobra no alcanza absolutamente para nada, ni siquiera para pagar el rodillo que hay que pasar al día siguiente.
Ni se habla de las consecuencias que quedan en un terreno de juego luego de dos partidos en el barro, es muy difícil recuperarlo y muchas veces ni siquiera se recupera.
En el Parque Pedro Maciel pudimos ver las consecuencias de jugar todos los días y muchos encuentros.
Peñarol no tiene otro escenario de entrenamiento y se utiliza el mismo para practicar y para jugar.
No tiene descanso y recién comienza la temporada.
Los directivos necesitan cuidar el patrimonio y si bien es cierto la decisión la tienen los neutrales, es obvio que ni ellos quieren perjudicar a las instituciones.
En definitiva, está bien que se suspenda aunque los riverenses no sepan jugar en medio del barro.