Rivera, sábado 18 de enero de 2025

Fue una etapa con muchas novedades, en la tabla de posiciones y en la tribuna

Apremiados por el cierre de la edición de la víspera, no tuvimos el tiempo suficiente como para ampliar en el comentario de las consecuencias que deja la realización de la etapa nocturna jugada en el Estadio “Atilio Paiva Olivera” en la noche del lunes.

PRELIMINAR
Fue un partido muy agradable para mirarlo desde la tribuna. Parejo por donde se lo mire pero con situaciones de gol de uno y otro lado y con dos excelentes goleros que le quitaron trascendencia a las mejores jugadas ofensivas tanto de los azules como de los verdiblancos.
Con un partido en esas condiciones solamente un error podía definir pero a ese error había que agregar el acierto del rival.
Y eso fue lo que sucedió porque Oriental erró en la salida, la pelota picó mal y rebotó en la rodilla de Franco Ferreira quedando a disposición de dos atacantes verdiblancos que sorpresivamente se encontraron de cara al gol y con la única presencia de Carlos Andrés Ferreira que intentó achicar el ángulo de tiro pero Richard Gómez fue más rápido para mandarla al fondo de la red.
Por si fuera poco la expulsión de Luis Natividade Bottino y los azules se quedaron con diez para enfrentar todo lo que restaba del partido, y era mucho tiempo.
Aún así casi no se notó esa diferencia porque el azul hizo todo el desgaste en la cancha y fue, en definitiva, quien creó mayores cantidades de opciones de gol.
En el segundo tiempo Oriental, decididamente se fue al ataque y dominó las acciones hasta por el hecho que los verdiblancos le permitieron entregándole la cancha.
Los cambios efectuados por Sarandí favorecieron el accionar de Oriental porque los ingresos fueron todos de atacantes, por lo menos del medio hacia delante.
Pero lo mejor de Oriental estuvo en los minutos finales cuando mucho más a corazón que a fútbol, encerró a Sarandí en su última zona y a pesar que el verdiblanco tuvo posibilidades de definir el partido a su favor debió sufrir hasta la última jugada cuando Juan Marcelo González salvó los tres puntos con una sensacional atajada.

PEÑAROL
Fue un partido difícil de explicar aunque hay que partir de la base que la experiencia de los jugadores aurinegros fue determinante en el resultado final del partido.
Si bien es cierto el dominio de Peñarol se pudo advertir desde el comienzo mismo del partido, el gol de apertura, de penal, se justificaba plenamente porque ya lo merecía.
Vino el segundo luego de una muy buena jugada de los medios y delanteros aurinegros y también se justificaba.
Peñarol jugaba bien y los rojos no acertaban una.
Pero en el complemento todo cambió porque los cambios efectuados por el técnico de los rojos, cambiaron el trámite del partido.
También hay que señalar que Peñarol bajó su rendimiento y pasó a conformarse con el triunfo parcial a riesgo que un gol de los rojos los hubiera complicado.
Frontera lo mereció, el ingreso de Jorge Pereira Suárez fue determinante para ello porque hubo mejores posibilidades, hubo mejor fútbol, hubo chances muy claras y de no mediar las excelentes intervenciones de Juan Carlos de León en el arco aurinegro, el gol hubiera estado.
Pensamos que la salida de Marcio Galli lo iba a complicar mucho más que lo que en realidad sucedió.
Peñarol seguía a la expectativa, como administrando el resultado a su favor pero el gol de los rojos estaba muy cerca.
Allí, en los minutos finales, volvió a jugar Peñarol y con experiencia, con capacidad, hicieron todo lo que el rival pudo haber logrado y no supieron concretar.
Dos goles más y se terminó la historia.

EN LA TRIBUNA
Muy buena asistencia de aficionados y sin echar campanas al vuelo porque tenemos un estadio muy grande como para suponer que seiscientas personas es mucho.
De todas maneras hay condicionantes que nos hacen establecer claramente que la concurrencia fue muy buena y que, en realidad, concurrieron muchos más aficionados que los que uno podía suponer con anterioridad.

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