Fue un año con altibajos, pero el deporte riverense sigue creciendo año a año
Se nos fue el 2021 y con él muchas situaciones que han dejado su marca en el deporte riverense. Como en todos los casos, de las buenas, de las muy buenas, de las malas y de las muy malas, pero todo ello nos lleva a augurar un año nuevo diferente, mejor.
En la mente de cada uno de nosotros, al leer esta nota, nos vienen a la memoria hechos, situaciones, triunfos y derrotas que han sucedido en los últimos 365 días.
Pero todos, todos, esperamos que el año que mañana tendrá su primer día, sea mejor, cargado de triunfos, evitar las derrotas y ser campeones en cada una de las actividades que tenemos.
Pero hay algo que es mucho más importante que ello y es que felizmente estamos aquí para contar la historia y esperar días mejores.
Lamentablemente miramos al costado y vemos que faltan muchos de los que el año pasado estaban a nuestro lado y que hoy se han ido.
La pandemia se ha llevado a varios de nuestros parientes, de nuestros amigos y otros se han ido por otras situaciones, pero lo concreto es que ninguno de ellos puede augurar un mejor 2022, entonces aprovechemos la posibilidad que la vida nos da.
El deporte es parte de la vida misma, una parte importante porque es la que nos brinda la posibilidad de divertirnos, de vivir con la alegría de disfrutarlo, de permitirnos conocer a mucha gente, de sociabilizar, de tener amigos en cada rincón.
Después, mucho después, llegan las alegrías y las tristezas de las victorias y las derrotas. Seguramente cada una de ellas nos deja una enseñanza, una huella, pero lo que nunca se va a perder es la alegría de haber conocido a alguien, a quien nos ganó, o a quien derrotamos.
El deporte riverense ha tenido un año, como todos, con altibajos, pero con un rumbo fijo que, por sobre todas las cosas, prioriza contar con la mayor variedad para que los chicos, los jóvenes, puedan escoger una disciplina.
Y eso, nos guste o no, es tarea que se ha encarado por parte de la División Deportes de la comuna, que ha incluido disciplinas que hasta hace poco tiempo parecían imposibles de practicar en nuestra ciudad y en el Departamento.
Jamás pensamos que alguien en Rivera podría practicar y competir en remo, en natación, en patín artístico y hasta podríamos decir que tampoco suponíamos tener presencia nacional en campeonatos de tenis de mesa.
Hoy hay chicos y jóvenes que lo practican, que se destacan en esos deportes.
Claro que las hay en fútbol, en básquetbol, en vóleibol, en automovilismo, en hándbol, en artes marciales, en atletismo, pero en todos esos casos parece ser casi una obligación.
No olvidemos que nuestra tradición, como uruguayos, es regalarle una pelota y una camiseta a un chico de dos años para que comience a patear y tratar de acertar a dos piedras que se colocan como un objetivo a cumplir.
Pero luego ese chico no patea la pelota, la acaricia en el vóleibol, la defiende en el hándbol, la deposita en la cesta rival o simplemente utiliza sus manos para la lucha libre en cualquier disciplina -porque las artes marciales son precisamente eso, disciplina-, o las coloca sobre una dirección para manejar un auto con maestría y, ahora, hasta hace fuerza para remar o esgrimir una paleta, o ganarle a la presión del agua y llegar primero a la meta, en fin.
Hoy Rivera tiene muchos deportes para ofrecerle a los chicos y jóvenes y son ellos los que van a elegir lo que mejor le parezca o donde se sienta más cómodo.
El 2021 nos ha dejado situaciones puntuales interesantes como para seguir pensando en que los riverenses podemos llegar a sitiales de privilegio.
No creo en los que dicen que el fútbol hace años que no nos da alegrías, porque por el mundo andan riverenses jugando al más alto nivel, porque a nivel nacional tenemos decenas y hasta podríamos decir que casi una centena de jóvenes triunfando en equipos profesionales de Montevideo y con potencial como para llegar, en cualquier momento, a lugares donde hoy está Ronald Araújo, entre otros.
Rivera “exporta” y cada vez se van más jóvenes, más chicos, y de pronto ni sabemos que fulano o mengano es riverense porque se fue de aquí cuando aún no había despuntado.
El básquetbol lucha por renacer como en sus mejores épocas, pero ya hay varios que triunfan en equipos juveniles de la capital del país y seguramente serán tenidos en cuenta en futuras selecciones nacionales.
El hándbol ya no es una perspectiva de buenas actuaciones, es una realidad que llevó muchos años cimentar pero que hoy tiene un lugar de privilegio en el país y somos considerados como uno de los departamentos de mejor y mayor crecimiento.
En atletismo seguimos dando deportistas al concierto nacional y seguramente varios de ellos llegarán a la brevedad a competencias internacionales.
En natación, merced a la labor que se lleva a cabo en la Plaza de Deportes desde hace ya muchos años, ya han comenzado a surgir los nadadores riverenses que marcan historia, como la participación en campeonatos sudamericanos que se ha dado en los últimos meses y muchos en el ámbito nacional, donde se compite desde larga data.
En automovilismo la presencia de una mujer como una referente es, sin duda alguna, una marca registrada que no podemos perder ni olvidar. En vóleibol el trabajo de un grupo de docentes y referentes con participación activa en campeonatos regionales.
Y mencionar con distinción la labor que se lleva a cabo en cada una de las artes marciales con participación de riverenses en torneos nacionales e internacionales y siempre retornando con medallas en el pecho.
Una mención especial al fútbol infantil, el que practican casi todos los chicos riverenses, unos en la Liga Riverense, en los clubes, con la organización nacional que los apoya y apuntala, pero también el que se juega en los barrios, en los que no tienen la posibilidad de ir a una institución formal y que semana a semana reúne a centenas de chicos y familiares que van de un barrio a otro llevando la alegría de la actividad.
Es probable que nos olvidemos de algo o de alguien, y solicitamos las disculpas del caso en forma anticipada, pero tengan la certeza que siempre estarán en nuestro pensamiento porque todos, dirigentes, jugadores y familiares que apoyan permanentemente, son los que hacen posible la existencia de un deporte riverense que crece año a año.
Cerramos una etapa, la del 2021, y mañana ya abrimos la primera página del nuevo año con las mejores perspectivas y con la esperanza de estar, dentro de 366 días para despedirlo con más triunfos, con más títulos, con más amigos que los que tenemos hoy.
A todos los deportistas riverenses: ¡Feliz año 2022!