Rivera, viernes 5 de julio de 2024
Suplemento “El Deportivo”:

Entrega de premios en la Liga Riverense de Fútbol Infantil

Se desarrolló una jornada de premiación en la Liga Riverense de Fútbol Infantil. Quiso el destino que la mayoría de los equipos estuvieran representados en el momento de recibir los premios y entre los primeros tres colocados en cada una de las categorías, las vallas menos vencidas y los goleadores, seguramente todos estuvieron recibiendo algún premio especial de participación.
El fútbol infantil, más allá del reparto de premios, entrega de trofeos, medallas, tiene el sabor especial de iniciar a los chicos en la formación de los futuros ciudadanos y darnos cuenta que importa mucho más que sean muy buenas personas y no buenos jugadores de fútbol porque es claro que solamente pocos, muy pocos de ellos van a llegar a ser estrellas del fútbol que puedan basar su vida de adulto en la acción dentro de una cancha.
Lo más probable es que su vida tenga que basarse en el estudio, en la preparación cimentada en los valores que se comienzan a inculcar en esta edad y en una cancha de fútbol donde el niño debe concurrir con el único fin de disfrutar, de jugar.
Pero la fiesta tuvo la alegría propia de una cantidad impresionante de chicos alrededor de la cancha, de familiares, de técnicos de dirigentes.
Y también tuvo la atracción de la disputa de dos finales, por un lado la de la categoría 97 que finalmente perteneció a Nacional tras derrotar a Zé Ney AABB y la de la categoría 2001 que se quedó en poder de Sarandí Universitario tras la victoria ante Oriental.
Todos se llevaron algo y la Liga la satisfacción del deber cumplido a pesar de los enormes problemas que debió soportar en el transcurso del año.
Hay falta de dirigentes, ausencia de quienes se comprometieron a trabajar y demasiado esfuerzo por parte de algunos que debieron soportar toda la temporada aún con problemas personas que debieron sobrellevar.
Sin embargo la recompensa no es solamente un título de campeón nacional en la categoría 99 sino la alegría de todos los que semanalmente juegan al fútbol representando a un equipo y con el entusiasmo lógico que significa jugar con la camiseta celeste desde muy chico, pero el objetivo del fútbol infantil está referido al capitán de la selección que levantó la mejor copa del año hasta el que solamente se divirtió todos los fines de semana sin haber logrado ni una copa, ni una medalla sino que solamente la alegría de haber jugado.

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