El que gane es campeón, si hay empate se juega otro partido

Esta noche se juega, en el estadio Municipal, la segunda final del Campeonato Rivera.
Lavalleja y Sarandí Universitario volverán a encontrarse buscando un triunfo que los consagre como campeón de la temporada, por lo menos en la cancha.
Lo demostrado el pasado domingo en oportunidad de jugarse el primer partido basta para establecer la paridad que existe entre ambos.
Sarandí Universitario ganaba dos a cero cuando restaban treinta minutos para finalizar el partido y el decano logró empatar y hasta pudo haberle ganado.
Hecho más que suficiente para que cualquier pronóstico previo se invalide por sus propios conceptos.
Es imposible encontrar un punto de diferencia entre ambos y la trayectoria de ambos en el campeonato así lo establecen.
Es obvio que una jugada, una mala noche, una actuación destacada, un gol sin merecerlo, una decisión arbitral, puede definir el partido y quizás por allí pueda estar la única explicación lógica de un resultado que no sea el de empate.
Es más, en el primer partido, aún con chances para ambos lados, el primer tiempo finalizó con el empate sin goles.
Los dos lo merecieron, ninguno lo logró y fue un remate desde afuera del área el que sacudió al partido, luego un penal y los verdiblancos que ampliaban la cuenta a dos.
Todo parecía definido y, lejos de eso, el decano llegó al empate cuando aún restaban siete minutos para el final y hasta pudo haberlo dado vuelta.
Hechos más que suficientes para reafirmar la paridad entre ambos y la enorme posibilidad de llegar a una tercera y definitiva instancia a menos que suceda algunas de las situaciones planteadas líneas arriba.