El deporte en mini noticias
– La demostración de que el fútbol es un deporte que debe unir y no separar, la dieron los equipos de Lavalleja y Frontera Rivera Chico, cuando jugaron su partido correspondiente a esta segunda rueda.
– Todos los jugadores, de ambos planteles, con cuerpos técnicos y colaboradores y los árbitros, se tomaron una fotografía juntos, abrazados y confraternizados.
– Por si ello fuera poco, en la tribuna, entre los escasos espectadores que estuvieron presentes, un puñado de dirigentes, encabezados por José Sandín y Leonor Rosa, estaban juntos mirando el partido y también fueron alcanzados por la cámara fotográfica.
– Sin embargo las tribunas estaban vacías por una decisión de un cuerpo a quien no le caben medidas disciplinarias.
– El Consejo de Primera División apresuró una decisión que debió haber adoptado luego de haber concurrido a la entrevista con el Comando de Jefatura de Policía.
– Si hacemos memoria todo comienza con el pedido de Frontera Rivera Chico en el sentido de solicitar garantías para continuar en la disputa del campeonato so pena de retirarse.
– Ese mismo día ya se había logrado concretar una entrevista con el Jefe de Policía, pero igualmente se resolvió que el partido entre ambos equipos se debería jugar a puertas cerradas, y fue por unanimidad, incluso con los votos de los involucrados.
– Luego se fue a la entrevista y el Jefe de Policía no solo confirmó las garantías solicitadas sino que pidió que el partido se jugara con público.
– Pero, como el reglamento así lo establece, un solo voto en contra alcanzaría para que no se modificara la decisión anterior y en realidad fueron cuatro objeciones.
– Todos establecen que los cuatro que votaron no hacían parte del espectáculo, pero independiente de ello la interrogante debería ser otra, ¿el Consejo de Primera División tiene potestades para determinar que un partido se juegue a puertas cerradas?
– No hay ningún artículo en el Reglamento que ampare dicha decisión que le corresponde únicamente al órgano jurisdiccional.
– Y esa medida motivó que los parciales rojos se juntaran en su sede y los decanos en la suya, no pudieran concurrir al estadio y tuvieran que acompañar la transmisión radial, que felizmente la hubo.