Rivera, sábado 23 de noviembre de 2024

El deporte en mini noticias

– La jornada vivida en Bella Unión, en el marco de la Copa Nacional de Selecciones sub-15, no fue apta para cardíacos.
– Debemos partir de la base que nuestra selección no jugó bien y que debió haber enfrentado al rival con otra disposición táctica.
– Perdimos la pelota, nos costó encontrarla y cuando lo hicimos la perdimos muy rápidamente sin permitirnos dominar las acciones para que los nerviosos fueran los rivales.
– Es lógico que, como contrapartida, hay que mencionar algunas situaciones adversas que se debió enfrentar.
– Por un lado la expulsión, muy temprano en el partido, de nuestro capitán Víctor Emanuel Rodríguez.
– No solo quedamos con un jugador menos sino que perdimos casi toda la potencia ofensiva al tener que salir Castaño para el ingreso de Sian con la finalidad de recomponer la defensa.
– Luego del gol de los locales pudimos llegar hasta el final del primer tiempo lo que ya fue un verdadero suceso.
– Cuando, en la mitad del segundo tiempo expulsan a Rodolfo Vega todo se complicaba mucho más.
– Pero no solo adentro de la cancha sino que, mucho más afuera, donde hubo una presión desmedida para un enfrentamiento entre chicos menos de 15 años.
– Comenzaron a llover objetos a la cancha, hubo correrías, averiguaciones con el Veedor, intervención de la Policía, pero nada pasó.
– El Veedor miraba a otro lado con la finalidad de no comprometerse, el árbitro debió haber suspendido el partido, por lo menos un par de minutos, para ver la reacción de la gente.
– Al término del partido, con jugadores celestes que rindieron mucho más desde el punto de vista anímico y de vergüenza deportiva que en fútbol, hubo ingreso de algunas personas que lograron sortear los controles policiales.
– Un intento de agresión a alguno de los jugadores celestes que quedaron lejos de sus compañeros pero e trabajo del cuerpo técnico fue eficiente y rápidamente se reunieron en su propia área peal, lejos del alcance de las piedras que comenzaron a llover desde la tribuna.
– Algunas de las piedras llegaron hasta los jugadores pero sin fuerza alguna como para lastimar a los nuestro.
– Veinte minutos después los celestes se fueron al vestuario mientras que los más violentos seguían en la tribuna y recibieron a los celestes con muchos escupitajos y algunos objetos que les arrojaron pero, felizmente nada pasó más que un par de vidrios rotos del ómnibus celeste.

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