El decano se despidió con una goleada plenamente justificada
En realidad muy pocos se enteraron que el partido entre Lavalleja y Artigas se jugó con normalidad.
Al llegar a la hora 15:05 de la lluviosa tarde dominical, ya no había posibilidad reglamentaria, no hubo suspensión por parte de la dirigencia y, como consecuencia de ello solamente la terna arbitral podía hacer otra cosa.
No había otra alternativa y nos fuimos a la cancha de Oriental. El árbitro del partido ya había recorrido la cancha y les comunicó a los representantes de los equipos, que el partido se iba a jugar. La lluvia no cesaba.
Tampoco paró de llover cuando a las cinco de la tarde Lavalleja y Artigas ponían en juego la última presentación del decano en el certamen y la penúltima de los tricolores del Pueblo Nuevo.
Mejor mucho mejor la despedida de Lavalleja que antes de los diez minutos de juego ya ganaba y todo comenzaba a quedar mucho más fácil.
Luego apareció el goleador Héctor Gómez quien anotó dos goles, con suerte, rebotadas, pero estando siempre en el momento de la decisión.
La primera parte se terminaba con la victoria parcial del decano y por tres a cero, ya estaba todo decidido y no solo por la diferencia en goles sino por lo que se veía en la cancha-.
En el comienzo del complemento llegó el cuarto del albinegro y lo demás fue pura diversión, se dedicaron a jugar al fútbol sin la preocupación de la profundidad y en el momento de Artigas en el partido, cuando se fue acercando poco a poco al arco defendido por José Luis Díaz, llegó el quinto del decano.
En realidad cinco a cero era la diferencia que había en el partido y fue, sin duda alguna, la despedida deseada del albinegro que no jugó un buen campeonato pero que, al menos, en los partidos finales, retomó su mejor nivel, el que lo llevó a definir títulos en los últimos años.