Eduardo Henderson será recordado en el campeonato local de la categoría sub-15
En la sesión del Consejo Juvenil el delegado de Cuñapirú realizó un planteamiento en el sentido de homenajear al dirigente Eduardo Henderson en el próximo campeonato de la categoría sub-15.
Eduardo fue un activo participante en todas las actividades del fútbol infantil y de juveniles de Cuñapirú.
Hace exactamente un año ingresaba a la cancha por última vez, en la cancha de baby fútbol en el enfrentamiento ante Nacional. Había dispuesto una serie de novedades en relación a la sanidad del equipo en todas sus categorías.
Toda su vida laboral vinculado a la salud y volcó ahí sus mayores preocupaciones, llevando incluso a médicos amigos a realizar exámenes y análisis a jugadores del baby y juveniles, conformando una ficha más allá de la habilitación del carnet de adolescente.
Estuvo siempre a disposición de todos, incluso pensó en realizar el Curso de Entrenadores con la finalidad de colaborar efectivamente a quienes llevan adelante la actividad debido a la enorme cantidad de chicos y jóvenes que asisten a las canchas del tricolor militar.
Lo recordamos en oportunidad que, en ese mismo campo de deportes, el árbitro Luis Carlos Rodríguez fue agredido con una piedra que impactó en su cabeza. Eduardo fue el primero en llegar a atenderlo y estuvo junto a él hasta el momento que llegó la ambulancia con un médico que se hizo cargo.
Poco después de ese último partido que asistió se internó afectado por el síndrome de Gilliard Barret, y había sido él mismo que se había diagnosticado.
Estuvo un par de días en el CTI, luego, poco a poco se iba recuperando y alentaba la esperanza de un alta cuando sorpresivamente llegó el COVID-19, y ahí definitivamente ya no tuvo más fuerzas y falleció el 21 de mayo del año pasado, dejando un vacío muy grande entre familiares y amigos del deporte que supo granjearse a lo largo de su vida.
Lo anecdótico del caso es que Cuñapirú jugaba la final de la categoría sub-14 al día siguiente y los chicos se unieron con la finalidad de obsequiarle el título.
En la cancha estaba su nieto, Juan Gabriel Xavier Henderson, el capitán del equipo que hizo hincapié en jugar dicho encuentro para ofrecerle el título; afuera su familia esperaba el momento que los jugadores levantaran la copa al cielo para que Eduardo la tocara y sintiera el orgullo de estar junto a quienes quería.
Ya no está físicamente, pero su recuerdo, sus consejos, su presencia siempre estará en la cancha de Cuñapirú, en los entrenamientos, en los partidos, siempre junto a todos.
Los delegados de todos los clubes que van a participar en el evento levantaron su mano aprobando el pedido de Cuñapirú, otro gesto más del aprecio que supo ganarse también entre los rivales deportivos.