Damián Fernández afuera de las canchas al menos por tres semanas; Sebastián Rosano sigue
A los dieciocho minutos de juego del encuentro ante Artigas comenzaron los problemas para nuestra selección.
Sergio Damián Fernández cayó e inmediatamente solicitó la presencia del kinesiólogo. Héctor Martín Coitiño ingresó presuroso al campo de juego y realizó algunas maniobras con el brazo del jugador.
Un par de minutos más tarde volvía a la cancha pero inmediatamente se retiró nuevamente. De nuevo el kinesiólogo ingresó y se vino el cambio.
Sergio Damián Fernández ya no podía continuar en la cancha, estaba muy dolorido. Fue llevado hasta la ambulancia y desde allí a la Cooperativa Médica de Rivera donde fue atendido.
En primera instancia el dictamen médico establecía luxación de hombro. Ayer fue visto por la Dra. Noelia Guillama, que es la responsable del Departamento Médico de la selección junto al Dr. Henry Sosa que se viene recuperando.
La Dra. Guillama tiene la casi certeza que no se trata de una luxación pero si del movimiento de un hueso en la zona que lo afecta mucho, especialmente con dolores intensos.
Ya se le indicó fisioterapia y movimientos que debe realizar en todo momento y obviamente analgésicos para aliviar el dolor.
Con esta información se pierde prácticamente toda la disputa de la Serie y solamente podría volver a entrenar para el caso que nuestra selección pase a la siguiente ronda del regional Litoral Norte, como todos lo esperamos.
Pronta recuperación para Sergio Damián Fernández, que se había ganado un lugar en el equipo.
TODO SOLUCIONADO, Y ROSANO YA ENTRENÓ CON LA SELECCIÓN CELESTE
Había cierta expectativa en relación al tema de la deserción de Sebastián Rosano. Siempre tuvimos la íntima convicción que el tema se podía solucionar bastando para ello una conversación franca entre las partes.
Y, obviamente, sin conocer el tenor de las reuniones de ayer, es obvio que hubo al menos un acercamiento que permitió que Sebastián Rosano fuera nuevamente al entrenamiento celeste y practicara con total normalidad.
Es que, en realidad no podía ser de otra manera; las personas dialogando se entienden y fundamentalmente reconociendo errores.
Seguro estamos que ambos manifestaron haber actuado impulsivamente y reconocieron su cuota aparte de responsabilidad.
Por un lado el técnico reconociendo que había subestimado la capacidad de Rosano no solo como jugador sino también como persona, por su trayectoria dentro del fútbol.
Más allá de dejarlo en el banco de suplentes, estimamos que lo peor fue darle solamente ocho minutos para que ingresara como una solución cuando ya no había tiempo absolutamente para nada más que un milagro.
Y el jugador, acostumbrado a grandes lides a nivel nacional e internacional, también debió haber hablado con quién correspondía antes de adoptar una drástica decisión.
Felizmente las cosas están en su lugar y además de la charla personal entre ambos y la dirigencia, luego, en la cancha de la Brigada hubo otra donde seguramente tanto el cuerpo técnico como el propio jugador le explicaron la situación al plantel.
Luego, otra reunión con la participación solamente de los integrantes del plantel que volvió a cerrarse y hoy todo es normalidad y tranquilidad nuevamente.