Rivera, domingo 22 de diciembre de 2024

Cuñapirú jugó mejor y se consagró campeón de la categoría sub-18

Cuñapirú cerró una excelente campaña siendo, sin lugar a dudas, el mejor equipo de la temporada.
Fue campeón de punta a punta en la primera fase, tuvo un traspié en la Liguilla donde no jugó bien pero se repuso en la final.
Consideramos que a esta final, jugada con mucho público en las tribunas del Municipal, llegaron mejor los verdiblancos.
La motivación que tenían luego de haber eliminado a Oriental en los últimos instantes, los hacían levemente favoritos.
No correspondieron en la cancha, jugaron apurados, nerviosos y presionados.
Como contra partida, los tricolores estaban mucho más tranquilos y con jugadores de muchísima experiencia que tomaron para si la responsabilidad de llevar al equipo adelante.
Ese sentido coincidimos con el director técnico quien al finalizar el partido destacaba la acción de equipo aunque reconocía la real valía de algunas individualidades.
Alex Freitas no los quiso mencionar pero sin dudas, en este partido, el mejor fue Robinson Souza, que tuvo algunos acompañantes de excelencia como Yonathan Urrtuti, que termina marcando un cuarto y tranquilizador gol a escasos segundos del final, Juan Ignacio Viana que sentido debió abandonar el campo de juego y Cristian Morales autor de un golazo de tiro libre logrado casi desde el medio de la cancha.
A medida que avanzaban los minutos se fue advirtiendo que Cuñapirú tenía las riendas del partido y, con suma tranquilidad, utilizaba, el contragolpe como arma letal.
Y así fue que se puso en ventaja.
Recién allí comenzó a demostrar algo, el equipo verdiblanco pero no encontraba la mejor fórmula para llegar al arco rival.
Es que en realidad fueron escasas las oportunidades en las que el guardameta de Cuñapirú se debió lucir.
Hubo una si que es digna de mención, un remate de media distancia que Enrique Cuña la tocó, con la punta de los dedos, por encima del horizontal.
Para el comienzo del complemento, los verdiblancos sufrieron una transformación, fueron más agresivos, más inspirados.
Sarandí presionaba adentro y desde afuera de la cancha hasta que llegó el gol como una consecuencia lógica del momento del partido.
Pero vino el segundo de Cuñapirú en la ejecución de un remate penal.
Casi enseguida el tercero, que fue un golazo difícil de explicar porque el tiro libre ejecutado por Cristian Morales, fue a escasos metros del medio de la cancha.
El excelente golero de Sarandí que impidió tres o cuatro oportunidades al tricolor, en ésta no pudo y la pelota se coló por detrás de su cuerpo.
Pero Sarandí aún tenía fuerzas y minutos para lograr, por segunda vez en el partido, quedó a un gol porque vino el segundo verdiblanco.
Tres a dos era un resultado muy peligroso y complicado para el verdiblanco que en la penúltima jugada del partido encuentra el cuarto consagratorio y salvador tanto que le daba el título.
Después la alegría, se desató la sonrisa que estaba contraída. Alegría por doquier, alegría sin fin, festejo interminable que comenzó en la cancha y quien sabe como lo terminó cada uno de los chicos tricolores.
Un merecido título y Sarandí lo reconoció en la persona de su técnico que al terminar el encuentro llegó hasta el campo de juego a saludar a su colega.
Alex Freitas hizo un gran trabajo, con inconvenientes, con tareas que no le correspondían pero que igualmente hizo su aporte al grupo y cuando se trabaja con esfuerzo, con dedicación, con sentido de responsabilidad, se obtienen los mejores resultados.
¡Salve campeón!

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