Comienza una nueva ilusión celeste, con un buen plantel y un excelente técnico

Por aquello de que la revancha está a la vuelta de la esquina, otra vez vamos por una ilusión que hace muchos años que no se concreta.
La selección juvenil de la categoría sub-18 comenzó a entrenar y renace la esperanza de concretarse algo que en algunas oportunidades anduvo cerca pero que, en este formato de Campeonato Nacional, nunca se ha concretado.
La única vez que nuestra selección juvenil logró un título fue en 1983 cuando se jugaron las finales en nuestro medio en Semana de Turismo y de la mano de Carlos Wallace en la dirección técnica y Pablo Bengoechea en la cancha, se lograba el título.
En estos últimos tiempos, hace algunos años, en Maldonado, y de la mano de Danilo Poschi, llegamos a ser los vicecampeones del interior y perdimos el título por una fatalidad de un celeste en una barrera en la ejecución de un tiro libre.
Más cerca en el tiempo, de la mano de Franco Ferreira y Paulo Arévalo quedamos en las semifinales perdiendo un partido increíble en Colonia y quedamos en tercer lugar.
Y no hace mucho tiempo, con Julio Ademar Ferreira, nos birlaron la posibilidad de llegar a las semifinales con una excelente actuación celeste en Artigas y nos cobraron una pena capital cuando ya había excedido el tiempo reglamentario.
Hoy renace esa esperanza con Donato Enrique Lemos que llega precedido de lauros locales interesantes y como argumento válido se trata de una persona trabajadora, responsable y conocedora de la función y de la gran mayoría de los chicos desde su más tierna infancia.
Donato citó un plantel enorme, como cincuenta jugadores para conformar el grupo a consciencia luego de verlos jugar en la cancha.
Hoy ya tiene gran parte de los jugadores que quedarán definitivamente en el grupo y a aquellos que completarán la nómina de cuarenta a inscribir en OFI, pero sigue trabajando y todos han tenido la oportunidad de mostrarse.
Todo hace suponer que estamos en el buen camino y, todo el trabajo que se viene realizando nos hace seguir soñando.