Rivera, domingo 22 de diciembre de 2024

Casi diez mil personas en el estadio festejaron ayer el triunfo aurinegro

Como suele suceder en nuestro estadio, siempre hay dudas en relación a la cantidad de aficionados presentes. En la tarde de ayer, en el “Atilio Paiva Olivera” había más de nueve mil personas, por más que se diga que oficialmente no se llegó a siete mil boletos vendidos.
Seguramente muchos ingresaron sin abonar y sin contar pero lo que es seguro es que estuvimos muy cerca de las diez mil personas.
Una cantidad casi similar a ello de parciales de Peñarol. Oro y negro en cada uno de los sectores del estadio, en las tribunas, en la calle, en todos lados.
La realidad no mostró otra cosa que no fuera lo que ya nos estamos acostumbrando a ello, un fútbol avaro, lejos de lo que se debe considerar como bueno.
Pelotazos, lucha, marca, nadie quiere perder, y dentro de ese panorama hay que exigirle mucho más a Peñarol, por presupuesto, por tranquilidad, por mejor plantel y muy buenas individualidades.
Es Peñarol el equipo que no puede perder y enfrentaba a un equipo que, según su propio técnico, debió cambiar durante la semana porque hay que vender y se le van jugadores pocas horas antes de un partido tan importante como éste.
En este panorama se inició el partido, Peñarol, sin echar campanas al viento, fue mejor, con mayor presencia ofensiva, pero no concretó y se fueron al descanso sin goles.
Los goles, la alegría de los parciales en las tribunas, llegaron en el complemento. Tras una buena jugada de Viatri, sin duda alguna el mejor jugador que tuvo Peñarol, llegó el gol de los aurinegros.
Peñarol ya iba confirmando su superioridad pero apareció un error defensivo del aurinegro, dejándole la pelota a Miguel Amado, que la clavó en el ángulo. El partido estaba 1 a 1 y todo volvía a ser complicado para Peñarol.
Pero llegó la tranquilidad porque así lo quiso el árbitro sancionando un penal que fue, pero que existen diez o doce en cada uno de los partidos y nadie los sanciona. Un defensa que le pega en la cara a un rival que tiene a su espalda y no tiene como verlo.
Cristian Rodríguez volvió a darle la tranquilidad que esperaban los diez mil aficionados aurinegros que estaban en el estadio.
Pero a pocos minutos del final se quedaron con el corazón en la mano cuando un cabezazo de Coelho pasó muy cerca del palo de un arquero mirasol que no llegaba de ninguna manera.
Y, en definitiva, en un fútbol tan escaso de ideas y de técnica, no hay otra alternativa que festejar los tres puntos ganados y eso fue lo que se fue festejando Peñarol de nuestro estadio y que le permite seguir invicto en nuestra tierra.

LOS DETALLES

BOSTON RIVER 1 PEÑAROL 2
Cancha: Estadio “Atilio Paiva Olivera” de Rivera. Hora de comienzo: 15:00. Público: Aproximadamente 9.000 personas. Jueces: Christian Ferreyra, Carlos Barreiro y Andrés Nievas.
BOSTON RIVER: Gonzalo Falcón, Carlos Valdez, Pablo Adorno, Darío Flores, Pablo Álvarez, Robert Ergas, Miguel Amado, Federico Gallego, Robert Flores, Bruno Foliados y Diego Coelho.
Cambios: A los 16’ Wiston Fernández por Federico Gallego y Franco Acosta por Robert Flores; a los 43’ Emiliano Villar por Carlos Valdez. Todos en el segundo tiempo.
Gol: Miguel Amado a los 20’ del segundo tiempo.
PEÑAROL: Kevin Dawson, Ezequiel Busquets, Fabricio Formiliano, Carlos Rodríguez, Lucas Hernández, Agustín Canobbio, Guzmán Pereira, Cristian Rodríguez, Ignacio Lores, Gabriel Fernández y Lucas Viatri.
Cambios: A los 9’ Fabián Estoyanoff por Ignacio Lores; a los 26’ Darwin Núñez por Agustín Canobbio; a los 38’ Gonzalo Freitas por Lucas Viatri. Todos en el segundo tiempo.
Goles: Gabriel Fernández a los 11’ del segundo tiempo y Cristian Rodríguez, de penal, a los 29’ del segundo tiempo.

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