Ayer no hubo actividad debido a anuncio de alerta naranja desde las primeras horas del día

Desde hace días se estaba anunciando lluvias para el domingo y los anuncios se transformaron en realidad, aunque no en la medida que se había previsto.
Pero la escasa actividad que tuvimos este fin de semana se inició cuando no hubo posibilidad de utilizar el Estadio Municipal “Atilio Paiva Olivera” en horas de la noche del sábado.
En realidad era “la crónica de una muerte anunciada”, porque no podemos olvidar que se había jugado lunes, martes y miércoles dos partidos por día.
Incluso las autoridades de la Comisión Honoraria Administradora del Estadio Municipal (CHADEM) se lo habían hecho saber al presidente de la Liga Departamental de Fútbol de Rivera.
Entonces llegó la suspensión de los dos partidos de la noche del sábado y solamente nos quedábamos con el partido de la tarde del sábado, en la cancha de Oriental, que se jugó con una temperatura realmente insoportable de más de 35 grados, con sol que caía a pleno.
En las primeras horas del domingo vimos con asombro que el Instituto Uruguayo de Meteorología (INUMET) pintaba de naranja toda esta zona del país. Pocos minutos antes de las ocho de la mañana, con el tiempo reglamentario establecido, el Presidente del Consejo Juvenil suspendió la actividad basándose en esos anuncios.
Comenzó a llover, luego pasó, después volvió pero nuevamente cesó y así pasamos la mañana… Pero la realidad nos muestra que no se podía arriesgar y máxime teniendo en cuenta que se trataba del fútbol juvenil, con chicos de entre 15 a 17 años de edad.
Eran las once de la mañana y comenzaban las interrogantes acerca de la actividad de la Primera División. El presidente del Consejo de Primera División fue hasta la cancha de Oriental y en ese momento había posibilidades de jugar en horas de la tarde.
Luego fue al Estadio Municipal, con la finalidad de examinar el terreno de juego, y lo hizo acompañado del capataz Ricardo Rodríguez. Precisamente en ese momento comenzó a llover y fueron minutos de precipitaciones muy intensas, tanto que motivaron que inmediatamente se procediera a suspender toda la actividad de la tarde.
Luego volvió a parar, pero nunca cesó la alerta naranja que había anunciado el INUMET.

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