Rivera, miércoles 16 de octubre de 2024
En la Sala Cultural de Antel:

Exposición, charla y recital poético “Violetas para Luis María Techera”

En la jornada de mañana, viernes 11 de octubre, a la hora 19:00, se inaugurará la exposición “Violetas para Luis María Techera” en la Sala Cultural de Antel, ubicada en calle Agraciada 333. Este evento es un homenaje al poeta riverense Luis María Techera y es organizado por la Intendencia Departamental de Rivera, a través de la División de Cultura, dependiente de la Dirección General de Promoción y Acción Social.
La exposición no solo presentará una muestra de la vida y obra de Techera, sino que también incluirá una charla y un recital poético. Durante la actividad, los asistentes podrán conocer detalles sobre la trayectoria del poeta a través de una investigación realizada por Giovanni Giuseppe. Dicha investigación recoge elementos clave como biografías, fotografías, textos, manuscritos, libros, periódicos y audios, con material obtenido de acervos y archivos históricos.
El evento culminará con un recital poético, acompañado de música, que incluirá prosas y poemas del libro “Violetas”, una de las obras más representativas de Techera.
Luis María Techera Madruga (Rivera, 22 de setiembre de 1910 – 19 de agosto de 1972) fue un poeta, escritor y periodista uruguayo. Hijo de Jacinto Techera y María Joaquina Madruga, fue criado por sus tías maternas tras la muerte de su madre al nacer. A lo largo de su carrera, colaboró como redactor en varios periódicos y dirigió publicaciones como La Unión y La Libertad. En 1936 se casó con Antonia Sánchez Silva, con quien tuvo seis hijos.
Techera también fue traductor público de portugués, título obtenido en 1953 en Montevideo. Su obra literaria abarca más de diez volúmenes, incluyendo poesía y narrativa. Entre sus títulos más destacados se encuentran los poemarios Al vuelo (1931) y Versos Violentos (1932), y las novelas El Dios Abstemio (1941) y El Banquete de los Monstruos (1942). Su estilo poético, caracterizado por lirismo y musicalidad, ganó reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional.
Fue miembro de varias organizaciones literarias y culturales en Uruguay y otros países, y recibió diversos premios, como el Diploma de Honor de la biblioteca “Santiago Álvarez” en Cuba. Parte de su obra permanece inédita, y su legado sigue vivo en la ciudad de Rivera, donde una calle y una plaza pública llevan su nombre.

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