Rivera, miércoles 12 de marzo de 2025
“Un techo para mi país”:

“En 25 asentamientos 2.400 riverenses tienen real urgencia habitacional”

Desde la mañana de hoy, la gente de “Un techo para mi país”, comienza a levantar treinta casas en dos barrios de los más humildes de la ciudad: Cerro del Estado y Estévez, pero seguramente más que casas se estará construyendo dignidad, un futuro al menos más claro para los gurises de esas familias. No son la solución a la pobreza, ni por asomo, pero se trata de un gesto solidario que significa un mensaje que no todo está perdido, que vale la pena seguir intentando.
Lo que vale la pena también es destacar que esto es posible con el apoyo de la Asociación de Comercios de Free Shop y varias empresas riverenses que supieron entender la importancia de este mensaje solidario.
Diario NORTE dialogó con Sebastián Brum, miembro de la ONG, quien comenzó por indicar los motivos de la presencia de la organización en Rivera “el motivo es por el catastro nacional de asentamientos que realizamos en 2010, donde vimos que Rivera es el tercer departamento con más asentamientos, después de Montevideo y Canelones.
Rivera tiene veinticinco asentamientos en los que más de 2.400 familias viven en situación de real urgencia habitacional y social, sin tener los servicios básicos mínimos satisfechos, viviendo literalmente en el barro, es por ello que decidimos venir a trabajar acá. Nuestro objetivo es erradicar la extrema pobreza y lograr que los asentamientos pasen a ser barrios regulares y que esas familias puedan vivir un poco mejor, con los mismos derechos y obligaciones que todos los ciudadanos”, indicó.
Preguntado respecto a si coordinan acciones con el PIAI, dijo que “Nosotros lo que hacemos es coordinar con la Intendencia, a los efectos de trabajar en donde no esté planificado construir, que no exista plan alguno de vivienda, para no interferir”.
Respecto a la forma de levantar esas treinta viviendas en cuatro días, Brum expresó que “estimamos que necesitamos unos cien voluntarios para esta tarea, dividiéndonos por cuadrillas para hacerlo, sin que sea necesario tener ningún tipo de experiencia en el tema, pues se trata de una vivienda prefabricada muy fácil de armarla. En realidad los voluntarios son el motor que mueve a la ONG”.
Preguntado en cuanto a como les fue en Rivera respecto a la forma de financiar esas viviendas sostuvo que “realmente tuvimos una respuesta muy buena por parte de las empresas y Asociación de Comercios de Free Shop que nos apoyó muchísimo, por lo que las viviendas ya están totalmente financiadas. No es común que ello ocurra, muchas veces nos cuesta un poco más”.
“Cada vivienda cuesta treinta mil pesos. Esta se trata nada más que de la primera etapa. Luego continuamos con planes de trabajo comunitario, en donde seguimos en contacto semanal con estas familias, para poder realmente concretar la regularización a la que aspiramos y esencialmente mejorar su calidad de vida”, dijo.
“El trabajo en Rivera lo venimos realizando desde hace varios meses, en el que se realizó un proceso de asignación de las viviendas, atendiendo aquellos casos más urgentes, lamentablemente no contamos con fondos para construirle viviendas a todas las familias que necesitan, por lo que debemos optar por aquellas que están en peores condiciones. Es gratificante, cuando en la segunda etapa, en que continuamos el contacto con el barrio, podemos ver la mejora que se opera en la calidad de vida y la fuerza que tienen para seguir luchando”, finalizó.

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