Visitamos la Fiesta de la Patria Gaucha
Miles de visitantes de todas partes recorrían el extenso local, donde se alternaban las jineteadas en el ruedo con las plazas de comida donde predominaba la carne asada y las construcciones de las Aparcerías que cada una a su manera, representaban a la Familia Rural, tema propuesto por la Comisión organizadora para este año.
Pudimos apreciar excelentes trabajos, pero queremos compartir con ustedes, el que fuera presentado por la Aparcería “La Pampa” de Tacuarembó.
La información nos fue proporcionada por uno de los integrantes de la aparcería, Jhony Ustra (en la fotografía), responsable por la investigación del tema presentado, el cual se basó en la fundación del pueblo de Ramón Trigo, en la sexta sección judicial de Cerro Largo y su relación con el fortalecimiento de la familia rural.
El centro poblado de Ramón Trigo está ubicado en la sexta sección judicial del departamento de Cerro Largo, sobre rutas 44 y 26, lugar conocido también como Rincón de Suárez, entre los arroyos Sauce y Fraile Muerto.
Su nombre homenajea a un español, don ramón Trigo Varela, que allá por los años 1870 a 1880, construyó un almacén de ramos generales con carnicería, bodega, viñedos y plantación de árboles frutales, negocio que con los años fue creciendo en tamaño y variedad.
Con la llegada del ferrocarril en 1891 a Nico Pérez y en 1909 a Melo, cambió la edificación de ladrillos y zinc por ladrillo revocado, pinotea y tejas. Llegó a poseer una importante extensión de campo en la zona de Paso Aguiar, sobre el Río Negro.
El aporte al fortalecimiento de la familia rural lo efectuó cuando construyó un gran cuadro de casa con aljibe al centro del patio, una iglesia, un puesto policial, escuela, herrería, juzgado y varios ranchos para las familias de la zona, todo dentro de sus propiedades. Aún existe la cancha de carreras, al correr de una fila de eucaliptos centenarios, frente al almacén, lugar que reunía varias veces al año a docenas de familias rurales de los alrededores en fiestas que incluían bailes, asados, pencas y juegos, las cuales duraban varios días.
Entre las varias anécdotas que existen se dice que Martín Aquino solía esconderse en el cielorraso del almacén de Don Ramón, cuando era perseguido, ya que su rancho estaba apenas a una legua de ese lugar.