Rivera, viernes 15 de noviembre de 2024

Se realizó ayer un emotivo homenaje a Juana de Oriol, “Madre de los pobres”

En horas de la mañana de ayer, lunes 19 de octubre, autoridades departamentales brindaron un sentido homenaje en el marco de los 100 años del fallecimiento de Juana Andueza de Oriol, frente al nicho que guarda sus restos en el Cementerio Central de Rivera.
El acto contó con la participación de la Intendente Departamental, Alma Galup, el Secretario General de la comuna, Arq. José Mazzoni, el Director de Promoción y Acción Social, Cr. Giovani Conti, el Jefe de Policía de Rivera, Crio. Gral. (R) Wilfredo Rodríguez, junto a familiares sucesores de la homenajeada.
Hicieron uso de la palabra el Director de la Oficina de Registros Gráficos de la Intendencia, Rinaldo Mora, y la Intendente Departamental de Rivera, Prof. Alma Galup. La ceremonia continuó con la colocación por parte de familiares y la Intendente Alma Galup, de una palma floral con la inscripción “El pueblo de Rivera a Juana Andueza de Oriol 1837-1920”
En la oportunidad Mora destacó que “Juana fue una mujer que estuvo más allá de su época por ser mujer, por vivir en un tiempo donde todos los temas y resoluciones pasaban por la mano de los hombres en una sociedad machista y sin piedad”.
Por su parte la intendente Galup inició su discurso destacando “la importancia de llamarse Juana”, y resaltando a “cuatro Juanas en la historia: Sor Juana Inés de la Cruz, Juana de Arco, Juana de América y Juana de Oriol”. Seguidamente, leyó un trabajo donde hace una reseña de su vida y su actividad en nuestro medio.
Juana Andueza de Oriol nació en Montevideo un 24 de junio de 1837, en la Villa de La Unión. Casada con Baudilio Oriol, tuvo tres hijos. Se radicó en Rivera en 1876 y a sus 83 años dejó de existir el 19 de octubre de 1920.
Por su obra, por todo el amor y dedicación que brindó a los más necesitados y desposeídos, el pueblo de Rivera la bautizó como “La madre de los pobres”.

“FUE UNA MUJER QUE SE DEDICÓ FUNDAMENTALMENTE A DAR SUS CUIDADOS
A LOS DEMÁS, SIN IMPORTARLE NI LAS HORAS NI LOS SACRIFICIOS”

La intendente Alma Galup destacó “todo lo que (Juana de Oriol) dio, lo que aportó a Rivera”. Señaló que “fue una vida increíble de esas personas que permanecen en la memoria de la gente, aunque a veces en el transcurso del tiempo se va disipando lo que ella construyó”.
“A cien años de su fallecimiento creíamos necesario reavivar esa memoria para que la gente aprecie, sobre todo en momento de pandemia, porque ella llegó a Rivera desde Montevideo para atender una situación muy peculiar en que la tuberculosis azotaba esta región, -particularmente uno de sus hijos murió como consecuencia de eso-, y también viruela y en otros momentos de histeria. Además de la atención que tuvo permanentemente con todos los menesterosos de Rivera”, dijo.
La intendente agregó que “fue una mujer emprendedora que rompió con todas las estructuras rígidas que veía y registraba una mujer; vencer a veces el poder que tenían determinadas personas para trancar -como decimos ahora- determinados trámites. Y pese a ello, pese a las dificultades, pese a las vicisitudes, ella emprendió una tarea que la convirtió prácticamente en una heroína”.
“El período de fines del Siglo XIX y comienzos del Siglo XX hacen que la mujer salga enfrente, reclame. Y eso lo vemos sobre todo en la historia, en Londres y en Estados Unidos. Pero ella no fue ni una sufragista ni una activista política; fue una mujer que se dedicó fundamentalmente a dar sus cuidados a los demás, sin importarle ni las horas ni los sacrificios”, señaló.
“Contó con una cantidad de mujeres que permanentemente la apoyaron. Tuvo una gran fe religiosa, fue una ferviente católica y prácticamente hasta el final de su vida estuvo siempre cumpliendo con lo que ella se trazó: una misión para tratar de aliviar los sufrimientos de los demás”, concluyó la Prof. Alma Galup.

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