Rivera promueve reconocimiento a Javier Carrau
Riverense por adopción, Javier Carrau, ingeniero agrónomo, industrial vitivinícola, empresario, 61 años, casado, tres hijos, es presidente de Bodegas Carrau, una empresa familiar que inició su tradición vitivinícola en 1752 en Cataluña. El novel Presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay sustituye a Washington Burghi, que no se retira, ya que sigue integrando la directiva. Por varios períodos fue presidente del Centro de Bodegueros, importante gremial integrante de la Cámara de Industrias.
Basta realizar un breve repaso por la historia empresarial de Rivera y Uruguay en los últimos treinta años, para comprender el rol cumplido por Javier Carrau en la construcción del nuevo mapa productivo, económico y social en esta frontera noreste del país. En la década del 70, junto a su padre Juan, Javier arribó a esta frontera noreste buscando el mejor lugar posible para la producción del Tannat, la cepa hoy emblemático de la vitivinicultura uruguaya. Los viñedos de la firma están situados en Canelones y Rivera. La bodega, ubicada en Colón, fue fundada en 1976 luego de varios años de experiencia de la familia en el sector. La de Rivera, fue seleccionada entre los años 1973 a 1975. El área del departamento norteño -caracterizado por sus cerros chatos, quebradas, tierras rojizas y arenosas- está situada en Cerro Chapéu, situada a mil pies sobre el nivel del mar, y a 10 kilómetros del centro de la ciudad. El nombre, del portugués, alude a un Cerro del lugar, que tiene forma de sombrero y que la familia Carrau adoptó como emblema, para distinguir sus viñedos.
A mediados de la década del 70 del pasado siglo, don Juan Carrau buscó el sitio ideal para implantar nuevos viñedos. Para ello y con la colaboración de técnicos extranjeros, hizo un estudio concienzudo del territorio nacional, para finalmente elegir este sitio como el más indicado. Hallaron muy interesante la altura de la zona, 350 metros sobre el nivel del mar, lo que le permitiría condiciones bien diferentes a las del sur del país. Los viñedos de Carrau de Cerro Chapéu con más de treinta años, se han constituido en el primer y único viñedo del país a 300 metros sobre el nivel mar. Declarados de Interés Nacional en noviembre de 1977, la importancia del emprendimiento justifica que se le indique como un nuevo punto de partida para la vitivinícola nacional.
Juan Carrau y sus hijos quedaron impresionados por estos suelos arenosos, que permiten a las plantas hundir en profundidad sus raíces y así extraer las mejores sustancias para alimentarse. El panorama positivo se completaba con esos declives pronunciados del terreno, que resultan ideales para drenar las aguas de lluvia; el mayor peligro para los viticultores en época de maduración de las uvas. Durante dos décadas, las sucesivas vendimias debieron transportarse hasta la planta de Colón para ser vinificadas, pero a partir de 1998, y con la inauguración de la nueva bodega, considerada una de las “boutique top” de Sud América, comenzaron a procesarse en el lugar. Bodegas Carrau exporta vinos a 25 países del mundo. Su principal mercado es Brasil. También venden -entre otros- a Canadá, Estados Unidos, Holanda, Bélgica, Portugal, España, Suiza, Alemania, Polonia, República Checa o Rusia
Se construyó una edificación octogonal, en tres niveles, incrustada en el propio Cerro Chapéu. Se realizó una excavación en el costado del mismo, ocupando los tanques de acero inoxidable el piso central y donde los camiones llegan por la parte superior para descargar las uvas de la cosecha directamente dentro de los mismos. En el centro se instaló el laboratorio, que permite, a través de sus paneles de vidrio, tener una perspectiva total de la planta y vigilar el desarrollo de las operaciones. En un nivel inferior y a 12 metros por debajo del suelo, se instaló la cava de barricas, para permitir que los vinos de crianza reposen en un silencio absoluto y con temperatura ideal y constante durante todo el año. Este diseño novedoso y único en el país y en América Latina, permite que tanto la materia prima como los vinos, se trasieguen por gravedad sin necesidad de utilizar las bombas que a menudo los maltratan.
Según indicó el propio Javier Carrau, “El Tannat es la cepa emblemática de la vitivinicultura uruguaya. Es una variedad de uva originaria del suroeste de Francia, de la cual se obtiene vino tinto. En la actualidad los principales cultivos se encuentran en Francia y Uruguay, constituyendo en nuestro país la variedad de vinos más destacada y con la que Uruguay se identifica internacionalmente. Nuestra empresa fue la primera en producir vinos Tannat varietales con crianza en roble en los años 70. En aquella época el Tannat se utilizaba para cortar con vinos frutilla y hacer vinos comunes. Nosotros vimos una oportunidad en esa variedad tan noble originaria del Sur Oeste de Francia y comenzamos a trabajar con el Tannat varietal, con crianza mínima de 12 a 18 meses en roble y recién en los años 90, gracias a una misión de dos técnicos californianos que llegaron al Uruguay y que recomendaron que nuestro país debía focalizarse en el Tannat, que era la variedad que nos diferenciaría. El hecho de generar una categoría Tannat y ser el país que tiene más hectáreas de la variedad Tannat plantadas, fue lo que nosotros vimos como oportunidad y la desarrollamos y abrimos como decía casi todos los mercados con vinos Tannat de buena calidad”, remarcó Carrau en declaraciones a la revista Comercio Exterior, editada por la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay.
Destacó asimismo el esfuerzo exportador de la bodega manifestando: “Nadie a mediados de la década del 70 hablaba de exportar vinos. Nosotros comenzamos a producir para el mercado externo pero con niveles de calidad que pudieran ser exportables, y desde ya hace muchos años que el 100 % de nuestros vinos se producen con las normas y las exigencias de la Unión Europea y de los Estados Unidos, o de mercados como el de Canadá que son muy exigentes. Cualquiera de nuestros vinos puede ser exportado a cualquier parte del mundo sin ningún inconveniente”.
La presencia en el exterior también fue una iniciativa de Bodegas Carrau y muy especialmente de Javier. “Nuestra empresa fue la primera que miró hacia el exterior y la primera que abrió prácticamente el 100% de los mercados de vinos, con las primeras exportaciones”, subrayó Javier Carrau.
La trayectoria de Javier Carrau en las tres últimas décadas, coincide con la trasformación de la estructura productiva del departamento de Rivera, y es, como empresario y técnico, referencia emblemática de un desarrollo integral y sustentable de la comunidad fronteriza.