Preocupación por casos de violencia contra médicos
Tras el caso de un facultativo que fuera agredido cuando asistía a un ciclista caído en la vía pública, en la capital del país, se sucedió el homicidio de otro médico, ahora el la ciudad de Salto, por parte de una persona que había perdido a su esposa, en el mes de diciembre y responsabilizaba al profesional de dicha muerte.
La situación preocupa al cuerpo médico de todo el país.
En nuestro medio el Dr. Luis Oliva, conocido profesional, de dilatada trayectoria, que fuera Director del Hospital departamental, dijo que es claro que esto no es habitual, pero sí la tensión en momentos vinculados fundamentalmente a la muerte o patologías invalidantes de pacientes.
Agregó que según un viejo profesor “se cura gracias a Dios y se muere por culpa de los médicos”.
Tratar al familiar en esos momentos extremos es muy complejo, dijo, hay que tratarlos con mucho cariño.
Acotó que si bien siempre hay confianza de parte de los pacientes, para con el médico de su confianza, hay también una agresividad soslayada, por cuanto el médico está vinculado generalmente a la patología, en los momentos difíciles.
Son muy pocas las veces que se lo relaciona a momentos de alegría, la mayoría de las veces, está vinculado a la enfermedad y a la muerte, lo que significa situaciones muy difíciles para el médico que las vive diariamente, por que en definitiva los médicos atienden a muchos pacientes.
Sostuvo Oliva, que hay muchas cosas que influyen en la modificación en la relación entre los pacientes y los médicos, hay una distancia mayor.
Sin embargo dijo que debemos reconocer que existe un mayor conocimiento, que significa un menor margen de error, aunque ellos siempre existen o al menos pueden ser atribuibles al Médico, en el entendido que si bien la medicina es una ciencia ella no es exacta, pues siempre se dan imponderables, por ejemplo que no todos los pacientes responden de la misma manera ante un determinado tratamiento.
Preguntado respecto si no hay un enfriamiento en la relación médico-paciente y con la comunidad en general, el profesional dijo que la aparición del negocio de la demanda médica, ha significado la aparición de otros actores en la relación médico-paciente, que en realidad ya no existe, ya no es exclusiva, pues inciden otros factores, a la vez que hay mayor conocimiento, mayor acceso a la información por parte de los pacientes que los vuelve más exigentes, lo que evaluó como un elemento positivo.
Luis Oliva dijo que ha estado analizando las propuestas que realiza el Ministerio de Salud Pública con relación a la demora en la atención a la demanda y allí se detectan, según su punto de vista, propuestas irrealizables, que no pasan de una buena expresión de deseo, que son impracticables, pero es natural que los usuarios una vez que tienen derecho a algo, legítimamente, lo exigen.
Indicó que en ese sentido debiera haber una proporcionalidad entre lo que se puede realizar y lo que se aspira, de parte de las autoridades.
Dijo que hay limitantes que son reales, que las instituciones no pueden comprometerse a hacer más de lo que pueden.
Indicó que entre el ideal y la realidad hay un buen trecho para recorrer y para acercarse a ese ideal se necesita esencialmente dinero.
Finalmente respecto a un posible deterioro de la imagen del médico de parte de la comunidad, Oliva dijo que al haber aparecido otros elementos en la relación médico paciente, que debiera ser tratada como un tesoro, lo que ha llevado a un distanciamiento y un deterioro de la imagen del médico frente a la comunidad en general, en un panorama que demuestra que ha disminuido la confianza, lo que atribuye a políticas inadecuadas y al negocio que hay paralelo, con relación a la medicina que no debiera existir y sentenció que un objetivo inmediato a alcanzar es mejorar la relación médico-paciente.