Otro ángulo de la reforma tributaria
Escribe: Tabaré Viera, Intendente Municipal de Rivera
En esta polémica que se prolongará por mucho tiempo, hay sin dudas un nada oculto interés político de ambas partes. Se ha dicho que el Frente Amplio y en particular el ministro Astori se juega su futuro político según el resultado de esta medida. “Si le va bien capitalizará una mina de oro”, si por el contrario “le va mal será su talón de Aquiles”, se ha sentenciado. Que una reforma tributaria se hacía necesario, coincidimos y seguramente coincidirán representantes de todos los partidos. Racionalizar impuestos, hacer más equitativo el sistema impositivo tratando de que el que tiene más pague más y el que tiene menos pague menos, no podemos menos que coincidir.
Habrá que ver si este enunciado se cumple o simplemente se trata de un nuevo ajuste fiscal con otro nombre. Pero hay otro aspecto al que deseo referirme y se trata de los controles que a partir de la aplicación del IRPF se impondrán en nuestro país. Debemos ser conscientes de que para controlar a los contribuyentes -todos y cada uno de los uruguayos en este caso- la DGI cruzará informaciones sobre todo lo que hacemos. Controlará nuestros ingresos, pero también nuestros gastos.
Prácticamente se termina el secreto bancario, pero también tendrán los resúmenes de cuenta de las tarjetas de créditos, etc. En una palabra, se termina de alguna manera nuestra vida privada, nuestra intimidad, valor tan caro para los orientales. El Estado se transforma poco a poco en un Estado policíaco que a través del control del IRPF, investiga vida y milagros de los ciudadanos. Es un aspecto no menor a la hora de hacer el balance político de la reforma tributaria. También de libertades se trata.