Rivera, lunes 9 de diciembre de 2024
Calidad de atención:

Ministerio de Salud Pública acreditará en 2018 buenas prácticas de salud hacia adultos mayores

El 14% de los uruguayos cumplió más de 65 años de edad y se estima que en 2025 el 40% de ese grupo será mayor de 75 años. El 80% de los actuales adultos mayores toma uno o más fármacos. Ante ello, el Ministerio de Salud Pública (MSP) trabaja para acreditar, a partir de 2018, las buenas prácticas médicas, para generar un cambio positivo en la atención de los prestadores y en la calidad de vida de los usuarios.
El ministro de Salud Pública, Jorge Basso, se refirió a la necesidad de que los prestadores de salud brinden servicios más amigables con los adultos mayores. Mencionó que Uruguay, junto con Cuba, es uno de los países de América Latina y el Caribe con más población de esa franja etaria.
En la actualidad, el 14% de los uruguayos ya cumplió 65 años o más. “Tenemos un alto porcentaje de personas mayores de 80 años e incluso hay 500 uruguayos centenarios”, informó. Ese aumento de la expectativa de vida hará que, de continuar la tendencia, el 40% de los actuales adultos mayores superen los 75 años para 2025.
Basso, quien participó de la jornada denominada “Servicios de salud de calidad y amigables con las personas mayores”, realizada el martes 24 en las instalaciones del MSP, explicó que si el crecimiento y desarrollo del país conlleva a una mayor expectativa de vida, el desafío está en lograr una vejez de calidad. En ese contexto, informó que está instalado en el Sistema Nacional Integrado de Salud un conjunto de estructuras asistenciales que se centran en una actitud preventiva, para promover la salud.
En la población de mayores de 65 años, se trabaja en torno a hábitos perniciosos, como el consumo de alcohol, en la promoción de la actividad física y la alimentación saludable, así como en la llamada polimedicación, que procura evitarse, ya que el 80% de las 500.000 personas mayores de 65 años están medicadas con uno o más fármacos.
“Hay una problemática vinculada a la interacción de muchos de esos fármacos, que muchas veces son responsables de fenómenos como las caídas, frecuentes en el adulto mayor, con todas las consecuencias que eso implica”, explicó. “Esto se debe, a veces, a la falta de coordinación, pues pasan por distintos especialistas y cada uno de ellos les receta un medicamento”, aseguró.
También consideró que es necesario mostrar las buenas prácticas, para que el resto de los prestadores las adopten. Es así que anunció una acreditación respecto a la calidad del servicio, con el fin de generar cambios positivos en la atención. El objetivo es que en 2018 esté disponible una herramienta que permita consultar qué instituciones concretan un mejor desempeño.
Las buenas prácticas incluyen no solo la calidad en la atención para quienes consultan, sino también que el sistema establezca un mecanismo de comunicación con aquellos usuarios que no concurren o que tuvieron un episodio crítico y luego se desvincularon. “Eso es clave para evitar que, por falta de controles o medicación, se generen patologías irreversibles y más complejas”, agregó.

CUIDADOS PARA ADULTOS MAYORES
El ministro insistió en la importancia del trabajo con la familia, dado que, consideró, en el mundo moderno los cuidados parentales no siempre ocurren. En ese sentido valoró que el Sistema de Cuidados, programa que lidera el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), juega un rol importante.
Actualmente, el 5% de los adultos mayores reside en casas de salud, hogares diurnos, de mediana o larga estadía. “Por eso se procura ordenar esa estructura, en conjunto con el Mides, dándole soporte en materia de capacitación para lograr los mejores resultados”, señaló.
Uruguay cuenta con un centro geriátrico integral, el hospital Piñeyro del Campo, dependiente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE). Este servicio dispone de 280 camas y ofrece todo el proceso de atención del adulto mayor.
Basso también se refirió a las afecciones vinculadas a la salud mental, consideradas crónicas no transmisibles, que pueden interactuar en esa etapa de la vida.
“El pasaje de los años puede generar una vinculación con una patología de deterioro cognitivo y de salud mental que debe atenderse”, puntualizó. Además recordó que se aprobó la ley de salud mental y que ahora se trabaja en el decreto reglamentario para transformar el modelo asilar en uno más integrado.

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