Merecido reconocimiento al Contralmirante Juan José Zorrillas
El Diputado Guido Machado y el Intendente Tabaré Viera precedieron al homenajeado en el uso de la palabra, destacando el merecimiento de semejante reconocimiento por parte de sus coterráneos. Posteriormente el propio militar hizo uso de la palabra, recordando que partió de Rivera, aún muy joven, en 1938, para hincar su carrera militar.
En la madrugada del viernes 9 de febrero de 1973, el contralmirante Juan José Zorrilla ordenó a sus oficiales clausurar la Ciudad Vieja como una señal de respaldo a la institucionalidad y de rechazo a un golpe de Estado que ya estaba en gestación.
Zorrila afirmó que vivió este homenaje como “una mañana especialísima” siendo este, el primer reconocimiento “grande” que recibe.
El contralmirante explicó que todo comenzó “el 1 de febrero, cuando el entonces senador Amilcar Vacosncellos, anunció en Radio Carve que había un motín de parte de los mandos del Ejército para concretar un golpe de Estado. Esa semana, después que habló dicho legislador, se reunieron todos los mandos militares con el presidente, para ver que actitud tomaban con esa denuncia. El presidente Bordaberry dijo que iba a responder él. En principio, los mandos habían aceptado una respuesta pero después, a las pocas horas, dijeron que iban a responder ellos”, narró Zorrilla.
“El presidente y yo, que era el comandante general de la Armada, entendíamos que no eran ellos los que tenían que responder, era una cuestión política y no militar. Los militares no estaban de acuerdo con eso. Estuvimos días en conversaciones y no hubo acuerdo. El 7 de febrero hubo una reunión con el presidente y los mandos militares y después de tres cuartos de hora resolvimos nosotros retirarnos porque no había acuerdo. Quedaron ellos en que iban a mandar un comunicado en respuesta. En el ínterin, el presidente nombra al general Francese como ministro de Defensa, los mandos militares no aceptan el nombramiento”.
“Ellos estaban contra el ministro, dijeron que a ese ministro no lo obedecerían. Comenzaron a mover tropas y tanques por la cuidad y nosotros no teníamos conocimiento. No me habían comunicado nada, hicimos un reunión y se resolvió hacer el cerco ese en la Ciudad Vieja y los barcos que salieran fuera del Puerto”, afirmó.
“Después de ese episodio, hecho el cerco, los mandos del Ejército quieren una reunión conmigo. Acepto la idea de tener una reunión, y ahí fui yo. Llegamos a un acuerdo: yo levantaba el cerco y ellos respetarían la jurisdicción mía, que era la Ciudad Vieja, y por esa zona no había ni patrullaje ni tanques ni nada”.
“En la noche el presidente se reúne con los mandos militares para solucionar el problema, a la medianoche ya me di cuenta de que yo estaba sobrando ahí, entonces le solicito al presidente que me releve del cargo”
Finalmente sentenció el homenajeado: “cumplí con mi deber y con mi juramento”.
Fotografía gentileza de Edilberto “Chango” Chalela.