Rivera, viernes 29 de noviembre de 2024

Los desafíos de la Escuela de Ladrilleros

Quizás debiéramos volver a la chimenea de los ladrilleros. Sí, todavía se recuerda la vieja chimenea de los ladrilleros del barrio Bisio. Cuando Agustín R. Bisio retozaba con el portuñol, por ese mismo barrio se quemaban ladrillos para satisfacer la demanda de una frontera que crecía.
Poca gente recuerda el lugar donde estaba la chimenea, pero la tradición de hacer ladrillos perdura y se proyecta. Se podrá hablar de una nueva era, de nuevas ideas, de nuevas metas, pero todo tuvo su comienzo. Formación de cooperativas, ayudas del municipio, con un camión que les traía tierra para hacer los ladrillos, incluso polémica por el medio ambiente, cuanta historia para contar, pero el presente es hoy.

EL CONTEXTO HOY
Alejandro Francomano es quien oficia de nexo entre la Intendencia de Rivera, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y la Escuela de Ladrilleros. Estos actores reafirmaron un convenio cuando en el MEC se creó el programa Fábricas de Cultura. El propio Ministro Ricardo Ehrlich, logró entender el alcance de ese programa, cuando en la propia Escuela de Ladrilleros, vio las posibilidades de “fabricar” cultura.
El director de la Escuela, Alejo Hoffman, junto con los artistas plásticos Luis Arias y Raúl Fumero, armaron la estructura docente para capacitar en diseño a los ladrilleros. Y se despertó la creatividad, surgieron las ideas, llegaron los aplausos, el asombro del Ministro Ehrlich, las felicitaciones y el mural que está al pie de la escalinata del Cerro Marconi. La escuela no es sólo eso, allí se enseña desde informática a corte y costura para la familia del ladrillero, se atiende la salud de los mismos y tienen un servicio odontológico.
Alejandro Framcomano explicó a NORTE en que consiste la buena nueva: “Se trata de un convenio entre la Intendencia Departamental de Rivera y el Ministerio de Educación y Cultura. El proyecto apunta a desarrollar el concepto de cooperativismo como figura jurídica del emprendimiento. Se hizo un pequeño testeo de mercado el año pasado, para ver como resultaba el proyecto ladrillos y ladrillos vidriados, en Montevideo y el resto del país y, tuvimos la suerte de que el proyecto, un poco liderado por todo el grupo cooperativista, se lo puede trabajar a nivel internacional. No sólo a nivel nacional, no sólo por la calidad del diseño y la calidad del producto y, la originalidad del producto que lo diferencia a nivel mundial”.
“Lo podremos trabajar a nivel nacional e internacional, con otros emprendedores en el futuro. Este proyecto, que va a ser una cooperativa de 12 a 15 personas, se está trabajando en la UNESCO. La UNESCO va a participar el año que viene en forma directa como un producto especial que se presenta en el organismo internacional, para competir a nivel mundial. Este proyecto de fábrica de ladrillos, es el cuarto a nivel mundial lo que nos da la posibilidad de potenciarlo. Todo el equipo está muy contento con eso”, expresó.
Alejandro Francomano, desde el programa Fábricas de Cultura, es muy optimista, de todas formas, no significa que al año pasado se venda ladrillos vitrificados al exterior. Lo que sí es seguro, desde la UNESCO, desde el área de productos especiales, va a decir que esos ladrillos se producen en una región de América del Sur, donde conviven ciudadanos de Brasil y Uruguay.

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