Rivera, domingo 22 de diciembre de 2024

Inversión de US$ 5 millones en prospección petrolera en Tacuarembó, Paysandú y Salto

La compañía Schuepbach Energy dispondrá a fines de año de la información necesaria para decidir si comienza con las perforaciones para la extracción de hidrocarburos en dos bloques que ocupan parte de los departamentos de Tacuarembó, Paysandú y Salto. La inversión inicial para las exploraciones sísmicas en Uruguay es de cinco millones de dólares, en el marco de la estrategia de diversificación de la matriz energética.
Luego de tres décadas se volverán a realizar en Uruguay exploraciones sísmicas en tierra para determinar la existencia de hidrocarburos y la viabilidad de extraerlos. Las pruebas correrán por cuenta de la empresa transnacional Schuepbach Energy Uruguay, que invertirá cinco millones de dólares luego de haber obtenido resultados alentadores en las anteriores fases de prospección.
Los trabajos se realizan desde fines de julio y finalizarán en septiembre en los bloques denominados Piedra Sola y Salto, que ocupan parcialmente los departamentos de Tacuarembó, Paysandú y Salto, informó empresa estatal ANCAP (Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland) en un comunicado de prensa.
Este tipo de exploración implica la utilización de vehículos que envían ondas de sonido y energía al subsuelo y el registro de las reacciones a través de geófonos.
El análisis de los resultados de las pruebas sísmicas pendientes y de las perforaciones ya realizadas se efectuará en Estados Unidos y desde Schuepbach Energy se adelantó que sobre fin de año se dispondrá de la información necesaria para decidir si comienza la etapa de perforaciones con el objetivo de extracción.
En el marco de la estrategia de mejoramiento, diversificación e independencia de la matriz energética que impulsa el Gobierno uruguayo de José Mujica, la compañía transnacional firmó en 2009 y en 2012 dos contratos con ANCAP para llevar adelante un proyecto de exploración y explotación de hidrocarburos en tierra.
La inversión requerida para la realización de la exploración en tierra en los bloques adjudicados, estimada en cinco millones de dólares, es solventada en su totalidad por la empresa.
En caso de que el yacimiento no sea comercialmente explotable, Schuepbach Energy no obtendrá ninguna retribución ni ganancia. En cambio, si es rentable, los dividendos los distribuirá en partes iguales con ANCAP en función de un ratio variable que pondera los ingresos brutos producto de la explotación y los costos e inversiones realizados por la compañía.
En forma adicional, ANCAP podrá ejercer una opción de realizar una inversión para participar en hasta 50% del negocio en régimen de sociedad.
Para llegar a la etapa de exploración sísmica, la compañía extranjera llevó adelante un proceso previo que incluyó el análisis de información disponible por ANCAP, como exploración sísmica realizada en la década del 80, la realización de estudios geoquímicos y magnéticos, y la concreción de perforaciones en distintos puntos de los bloques explorados que, en todos los casos, fueron calificadas dentro de la Categoría A por la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA).
Este organismo del Ministerio de Vivienda estimó que estas actividades producirían “impactos ambientales negativos no significativos”.
Los estudios geofísicos previos y las perforaciones han sido realizados por empresas uruguayas que cuentan con experiencia en la materia. En tanto, el control geológico de la operación estuvo a cargo de expertos uruguayos en coordinación con personal de Schuepbach Energy International.
Uruguay importa unos 50.000 barriles diarios de petróleo para el consumo interno, lo cual supone un costo de casi 2.000 millones de dólares al año.

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