Rivera, lunes 9 de diciembre de 2024

Habilitación de free shop en ciudades brasileñas de frontera genera preocupación

Como informamos en la edición de la víspera, el pasado miércoles representantes de la Asociación de Comercios de Free Shop y de la Junta Departamental, acompañados por el intendente Marne Osorio, y los diputados por el Departamento de Rivera, fueron recibidos por las Comisiones de Hacienda y de Legislación del Trabajo de la Cámara de Representantes, para plantear la preocupación por la inminente apertura de comercios de free shop en la zona de frontera del Brasil.
Estos comercios operarán con una reglamentación diferente a la uruguaya, por lo que “urgen medidas del Gobierno para equiparar la competencia”, expresó la presidente de la Asociación de Comercios de Free Shop de Rivera, Lic. María Lina Varela, quien agregó que “la instalación de free shops en Brasil puede ser un golpe para la frontera si no tomamos medidas”.
En diálogo con El Espectador, la presidente de la Asociación de Comercios de Free Shop advirtió que esta medida de régimen aduanero especial de zona franca tendrá un impacto en los comercios similares ubicados en la frontera uruguaya.
Según explicó, están manteniendo reuniones con distintos actores políticos y autoridades del Gobierno para intentar disminuir el daño económico que provocará la aprobación de este decreto, en cuanto a la supervivencia de las empresas y la cantidad de puestos de trabajo. Varela indicó que existen cuatro mil puestos de trabajo en toda la frontera que podrían verse afectados por la instalación de estos comercios.
Por su parte, en declaraciones a La Diaria, el legislador frenteamplista Alfredo Asti, integrante de la Comisión de Hacienda, explicó que “de la misma manera que hasta ahora Uruguay se vio beneficiado por tener free shops que estaban llenos de ciudadanos brasileños, ahora va a ser a la inversa, e incluso con mayores ventajas para los comercios brasileños, que van a tener menores costos por la regulación de Brasil”.
Agregó que otra desventaja que enfrentarán los comercios uruguayos es que no pueden vender algunos artículos, mientras que sus pares brasileños sí estarán habilitados a hacerlo.
Asti dijo que la Asociación de Comercios de Free Shop solicitó mejorar las condiciones para los comercios del lado uruguayo, “cosa que seguramente estará planteada”, y recordó que en los últimos ocho años hubo un “boom” en Rivera, con la apertura de hoteles, restaurantes y locales comerciales, “porque muchos brasileños venían a los free shops de Rivera y se quedaban algunos días”.
También en declaraciones a La Diaria, el diputado del Partido Independiente, Iván Posada, lamentó que se tenga que actuar “sobre un hecho prácticamente consumado”, cuando hubo “una alerta temprana” de que esto podía suceder. “Claramente va a significar un impacto muy importante para el comercio, y no sólo para el comercio, porque los free shops trajeron consigo inversiones en otras áreas de servicio: restaurantes, oficinas. En Rivera significaron un desarrollo importante”, advirtió el legislador.
Tanto Asti como Posadas temen que los municipios brasileños puedan elaborar normativa incluso más beneficiosa para estos comercios, porque están habilitados a ello por la norma aprobada el 16 de marzo. “Tiene un grado de apertura que puede ser realmente muy amplio y muy perjudicial”, aseguró Posada. El legislador consideró que el Mercosur debería aprobar un estatuto de ciudades fronterizas que permita tener una normativa común en áreas como seguridad, desarrollo económico y educación.
En un documento de trece páginas, el Gobierno del Brasil reglamentó el pasado 16 de marzo una ley que su Parlamento había aprobado en 2012. La norma habilita la instalación de free shops en zonas de frontera, al igual que Uruguay hace en su territorio.
Habrá un límite de compra de US$ 300 (trescientos dólares) por persona cada treinta días. No se podrá comprar más de doce litros de bebidas alcohólicas por vez, ni más de veinte paquetes de cigarrillos.

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