Rivera, miércoles 15 de enero de 2025

Desde ayer Rivera tiene treinta y un nuevos policías

Desde ayer Rivera tiene treinta y un nuevos policías“Le damos la bienvenida a los policías de la promoción Nº 62”, comenzó diciendo el Insp. Gral. (R) Lic. Heriberto Fagúndez, Jefe de Policía del Departamento de Rivera, en su discurso de la ceremonia de graduación de 31 jóvenes que inician la carrera de policía.
En su alocución, el jefe de policía dejó claro, más para el público presente que para los noveles policías, que “no es nada fácil la tarea que han elegido. Nuestra realidad histórica se identifica hoy con una violencia en crecimiento cuya premisa es el más pleno desconocimiento de nuestros más elementales derechos, como el derecho a la vida, por ejemplo. Un entretejido social de gran complejidad en sus relaciones más diversas, en la que los problemas son una constante, el denominador común, constituyéndose en una moneda corriente en el objeto sobre el que diariamente debemos actuar.
Requiere sin duda de ustedes y de nosotros, el esfuerzo permanente de una postura abstraída, equilibrada y paciente, que nos permita neutralizar, con profesionalismo, los efectos negativos que nos puedan vulnerar. En tal sentido durante estos cuatro meses de capacitación intensiva, han adquirido ustedes los conocimientos necesarios, y los tendrán que seguir fortaleciendo desde la Institución”.
En pocas palabras definió las condiciones sociales donde deberán actuar, “aún a riesgo de su propia vida”.
Ser policía va bastante más allá del sueldo que se pueda percibir a fin de mes, muchos de los egresado al “ser policía” lo llevan en la sangre”, y no les fue fácil llegar al curso.
Se inscribieron 1045 jóvenes de los cuales solo quedaron 31, de estos 31, 11 son mujeres, los tres primeros alumnos que recibieron las mejores calificaciones son mujeres, más allá de una necesaria fuente de ingresos, querían ser policías.
Albert da Silva, uno de los policías egresados de la promoción Nº 62, luego de recibir el certificado, el documento que garantiza su condición de policía, cuando recibía abrazos de su familiares y el beso de su novia, atendió a los medios de prensa para contar una etapa de su vida, donde defendió y luchó por lo que quería, llegar al curso para ser policía: “Fue algo muy sacrificado, una espera de un año y tres meses.
La expectativa, a veces bajaba un poco, cuando parecía que el momento no llegaba nunca. Pero con suerte y paciencia, ese día llegó y, lo que se siente en este momento es un orgullo muy grande, una emoción muy grande de haber logrado una mete, una meta de ser parte de la policía nacional”.
Mientras esperaba el llamado Albert debió trabajar en otro departamento “vivía pendiente de lo que podía pasar acá y del llamado” porque era eso lo que quería “ser policía”.
El curso fue muy bueno de acuerdo a las consideraciones de los alumnos. Para Albert da Silva “Cuando empezamos el curso éramos todos desconocidos. Hoy siento el orgullo de decir que terminamos el curso y somos treinta y un hermanos. Nos queremos, nos apreciamos como hermanos, siempre vamos a estar apoyándonos unos a otros”.
Varias generaciones de la familia de Albert fueron policías lo lleva en los genes, no vacila en asegurar “es algo que yo siempre quise ser, si no lo hubiera logrado en esta oportunidad, lo seguiría intentando hasta lograrlo. Me siento totalmente preparado no tengo duda ninguna. Yo no sabía cómo eran los cursos, ahora lo puedo afirmar son excelentes, estoy muy seguro que los 31 salimos bien preparados para actuar en la calle”.

Deja un comentario