Cooperación internacional permitió construcción de policlínicas y capacitación de recursos humanos
En siete años de gestión, el Programa Trilateral Uruguay-Alemania-Brasil, vinculado a salud en zonas de frontera, financió la construcción de nueve policlínicas en los departamentos fronterizos Rivera, Artigas, Rocha y Cerro Largo y la especialización de recursos humanos en vigilancia sanitaria, con énfasis en VIH/SIDA. La nueva infraestructura mejoró el acceso de poblaciones rurales a los servicios.
El ministro de Salud Pública, Jorge Basso, presidió el acto oficial de cierre del Programa Trilateral Uruguay-Alemania-Brasil, creado inicialmente para el apoyo al combate a la epidemia del VIH/SIDA, aspecto en el que se requiere un trabajo especial en zonas de frontera y que luego se ampliará a la vigilancia sanitaria en general. El programa permitió la mejora de infraestructura sanitaria y la concreción de capacitaciones para personal del área. El evento, realizado el pasado jueves en la sede del ministerio, fue presenciado por representantes de los tres países.
Este programa de cooperación funcionó por siete años con énfasis en las políticas de frontera en los cuatro departamentos de Uruguay que limitan por vía terrestre con Brasil: Rivera, Artigas, Rocha y Cerro Largo. En materia de infraestructura, Alemania aportó unos 5 millones de euros para la construcción de diez locales: nueve policlínicas dependientes de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y una nueva sede para la Dirección Departamental de Rivera, perteneciente al ministerio.
En materia de capacitación, con el gobierno de Brasil fueron oganizadas capacitaciones para 30 profesionales, que transmitirán sus conocimientos a quinientos trabajadores más. Los cursos se realizaron en conjunto entre la Escuela Nacional de Salud Pública de Brasil de la Fundación Osvaldo Cruz (Fiocruz) y la Facultad de Medicina de la Universidad de la República (Udelar) de Uruguay. “El objetivo de esta capacitación era la consolidación de un sistema más potente de control y vigilancia sanitaria en la frontera”, señaló Basso.
“Los temas epidemiológicos no reconocen fronteras políticas. Con Brasil tenemos una población fronteriza que debe tener un sistema de vigilancia sanitaria cada vez más articulada, cada uno con sus propias características”, remarcó el ministro, quien mencionó como ejemplos la prevención de dengue, zika y chikungunya.
También destacó el valor de los centros de salud para la población de zonas rurales, medida facilitada por esta coordinación. “Son centros de primer nivel, los hemos visitado. Su diseño genera las mejores condiciones para brindar una atención de calidad, con un sistema de información y equipos de salud aliados al proceso, en una lógica de complementación de servicios y de mejora del primer nivel de atención”, concluyó.