Conferencia pública, en Rivera, del Gran Oriente de la Franc-Masonería del Uruguay
En la noche de mañana, viernes 4 de mayo, a la hora 19:00 se realizará en el hotel Rivera & Casino Resort una conferencia pública del Gran Oriente de la Franc-Masonería del Uruguay (GOFMU) sobre el tema “La Franc-Masonería: Una vía humanista y fraternal para las mujeres y los hombre de hoy”.
Al respecto de la conferencia, la Gran Maestra del GOFMU, Esc. Myriam Tardugno (en la fotografía), expresó que “de vez en cuando salimos a conversar con la gente para que se conozca nuestro pensamiento y por allí aclarar conceptos malinterpretados. Pero sobre todo dar nuestra visión del mundo, que es optimista, pues de manera racional creemos en la capacidad del ser humano, individual y colectivamente, de superarse y superar los obstáculos hacia un mejor futuro. Tenemos siglos de historia y una memoria colectiva que, a pesar de los momentos oscuros por los que a veces pasan las sociedades o la humanidad, nos hace tener fe en el progreso humano”.
Tadugno destacó que la Masonería tiene personería jurídica otorgada por Poder Ejecutivo de la República y sus locales y autoridades son del dominio público. “La cuestión es que la Institución masónica no hace proselitismo, no es un grupo de poder, ni un partido político ni una religión. No tiene una vocación de exposición pública. Es más, evita polémicas públicas, muchas veces estériles e inconducentes, y garantiza la libertad de pensamiento y de expresión de sus integrantes. Estas posturas le han valido en el pasado y aún en el presente, sufrir persecuciones por parte de regímenes que no soportan su adhesión a la libertad en todos los terrenos, y prejuicios por parte de personas o grupos fanáticos e intolerantes”.
Señaló que el perfil del franc-masón es “ser una persona buena, para sí mismo y para los demás, honesta, que vive de sus propia actividad laboral o empresarial, mayor de edad, que acepte trabajar en fraternidad con otros iguales que tienen las mismas inquietudes de progreso para él o para ella, y para los demás. Para ingresar a nadie se le obliga a renegar de sus convicciones, sí que respete la de los demás y practique la tolerancia, algo tan difícil en el mundo de hoy, pero que intentamos preservar celosamente. Que tenga avidez por el conocimiento, que esté dispuesto a estudiar y a aprender, y a desarrollar un estado de espíritu de progreso, luchando por nuestros objetivos centrales expresados en nuestro lema de Libertad, Igualdad y Fraternidad”.
“Ingresar en la masonería es un compromiso, sobre todo consigo mismo de hacer todos los días algo que lo haga mejorar como persona, en cualquier campo, y una apertura hacia los demás a través de la capacidad de servicio. La masonería no le dice a nadie lo que debe hacer, pero estimula a sus miembros a ser ciudadanos activos en el terreno de su preferencia, sea la solidaridad, la política, la actividad sindical o asociativa, la docencia, etc. Ser ciudadanos activos, pues es con ciudadanos activos y responsables que construiremos una sociedad mejor para nosotros y para nuestros descendientes. La masonería moderna cumplió en el 2017 tres siglos de existencia. Y siempre a lo largo de estos tres siglos se propuso construir el futuro. Y en eso seguimos”, concluyó.