Celebrará hoy sus sesenta años la Organización de la Prensa del Interior
La OPI. Así la nombramos, así la conocemos… ¿Qué es?, acaso una sigla, un estatuto… ¿un sueño?
Se pierde en el corto y largo transcurso del cambio de siglo, el devenir de la historia breve y eterna del pago chico.
Cual imaginario río de tinta va transcurriendo, indeleble, por quijotesca cuenca de papel, labrando el ser de pueblos y gentes.
Desde el fondo de su historia, longevos escribas van hilando cual heraldos y eternos telégrafos, hechos, aconteceres, ecos regionales, primeras páginas?
Pero también es realidad de acciones y cambios golpeando las puertas del hoy, un presente siempre desafiante.
Es entonces, un semanario, Helvecia, obra del visionario primer presidente, don Arturo Stutz, que, vaya paradoja de los avatares del incierto destino periodístico tierra adentro, le toca entornar puertas. Que ojalá se vuelvan a abrir de par en par.
Junto a tantos, en su derrotero van dejando un camino sembrado de preclara enseñanza, para los que permanecen y para los que vendrán.
Y es desafío. De una comarca que se vuelve hemisferio. De una crónica cercana que se torna universal. Impresa en reales y en virtuales.
Sesenta años atrás, un 15 de enero, la visión de unos cuantos, puso a rodar esta Organización de la Prensa del Interior.
Como herederos de tan preciada tradición libertaria en el protagonismo de la historia patria profunda, llegue a los queridos integrantes de esta gran familia un emocionado abrazo.
¡Salud y larga vida a la OPI!
Consejo Directivo.