Ayer fue una jornada de duelo para la familia policial
Los restos del policía de 27 años, Wilkerson Saldanha da Cunha, asesinado de un tiro en la cabeza en la madrugada del miércoles, para robarle la moto, llegaron ayer por la tarde, a Artigas, su ciudad natal.
La Coordinadora de Sindicatos Policiales (CONASIP) resolvió realizar un paro de 24 horas en el servicio 222 que se desarrollará en este jornada, siendo una interrogante el respaldo que la medida pueda tener en nuestro medio.
Las dependencias policiales, de todo el país, realizaron hoy un minuto de silencio acompañado por un toque de sirenas en honor a la memoria del agente asesinado. Los efectivos llevaron un brazalete negro en el brazo como señal de duelo. En nuestro medio, sobre las 16.00 hrs., horario previsto para la sepultura del agente, los efectivos de seccional 1ra. y Jefatura de Policía formaron frente a sus respectivas sedes, rindiendo honor al compañero caído, a la vez, que por decisión ministerial, las banderas flamearon a media asta, en la jornada de ayer.
Según fuentes gremiales se ha adelantado, que la Coordinadora confirmó que “cada vez que caiga un compañero en servicio, se realizará un paro de 24 horas en el servicio 222”.
Con inusitada saña, los delincuentes le habían disparado cuatro veces al agente. El chaleco antibalas logró aminorar tres de los impactos pero el cuarto en la cabeza fue mortal.
Saldaña, que había perdido a su padre y era el sustento de la casa, ya que además tenía una hermana con deficiencias mentales, se había incorporado a la fuerza policial en enero de 2001. Estaba casado y esperaba un hijo.
Su mujer, Ángela Fernández, de 26 años, de profesión maestra, quien cursa su tercer mes de embarazo de riesgo. A poco de enterarse de la muerte de su marido debió ser internada en el Hospital de Clínicas.
