Dr. Henry Albornoz: “Creo que hay que hacer un llamado a la calma a todos”
Como informamos en nota aparte de esta misma edición, el pasado sábado en el auditorio ubicado en el cuarto piso de Sanatorio CASMER, el Dr. Henry Albornoz, médico infectólogo y Presidente de la Sociedad Uruguaya de Infectología Clínica, realizó una actividad formativa para integrantes de los equipos de salud de Rivera sobre el tema del coronavirus COVID-19.
Al finalizar la actividad, se realizó una conferencia de prensa que, además del Dr. Albornoz, contó con la participación del Presidente del Consejo Directivo de CASMER, Dr. Lucio Cabrera; la Dra. María del Rosario Terra, Secretaria del Consejo Directivo; el Coordinador de Emergencia, Dr. Alejandro Dimitrius; el Director Técnico, Dr. Daniel Goleniuk; y la Gerente General, Cra. María Alejandra Portillo.
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En primer término, el Dr. Daniel Goleniuk expresó que “el motivo por el que estamos reunidos es conocido: es esta nueva enfermedad emergente en el mundo. Una enfermedad infecciosa por un nuevo virus, el virus SARS-CoV-2, que genera la enfermedad conocida como COVID-19, que comenzó en la China y se fue esparramando por todo el mundo, siendo catalogada como una emergencia de salud pública internacional por la OMS (Organización Mundial de la Salud) y hace pocos días ha sido considerada una pandemia mundial”.
Señaló que -por todo esto- desde CASMER convocaron al Dr. Henry Albornoz, “quien es un reconocido médico infectólogo, hoy profesor y presidente de la Sociedad Uruguaya de Infectología Clínica, un referente nacional, para que nos ayude a entender en qué está la pandemia a nivel mundial, a nivel local, ahora con este nuevo suceso de los primeros cuatro casos confirmados en Uruguay, y a partir de ahí delinear acciones en lo local para brindar el mejor atendimiento que podamos dar para este problema de salud”.
Luego, el Dr. Henry Albornoz expresó que “lo que hicimos hoy fue una actividad con el equipo asistencial, dirigido un poco a tratar de entender de qué hablamos cuando estamos hablando de una pandemia; reconocer los eventos anteriores de pandemias que ha habido y cuál ha sido el modelo de comportamiento del fenómeno; discutir elementos de lo que hace a la presentación particular de este fenómeno: cómo fue su evolución, cómo ha sido su dispersión y cuál es la situación que tenemos hoy, un poco a nivel mundial y sobre todo a nivel local”.
“Discutimos fundamentalmente después, al final, lo que tiene que ver con la prevención para el personal de salud, ya que los equipos asistenciales son parte de las personas que sin dudas vamos a estar expuestas a la eventual adquisición de este virus, y estar preparados para eso. Conocer bien lo que llamamos el equipo de protección personal que tenemos que usar, conocer adecuadamente cuál es el mecanismo de transmisión y cuáles son los procedimientos que realmente implican riesgos, y cuál es ese riesgo, y finalmente hicimos algunas reflexiones de lo que eventualmente puede ser la magnitud del evento y de los riesgos, tanto en la comunidad como para el equipo asistencial, en este evento del que tenemos obviamente algunas incertidumbres todavía”.
“Es muy difícil predecir la magnitud que pueda tener. Al principio, cuando el evento surgió como enfermedad emergente, inicialmente en China, obviamente teníamos más incertidumbres que las actuales. Hay algunas de esas que ya se han despejado. Teníamos la incertidumbre de si este comportamiento que tuvo inicialmente en China era el comportamiento que iba a tener en otras regiones del mundo y en otros países. Lamentablemente está demostrado que sí. De hecho, Europa tiene hoy a varios países ya con circulación sostenida y el fenómeno se ha expandido a alrededor de 150 países, y como era previsible llegó a la región y llegó al Uruguay. Eso es un poco lo que estuvimos trabajando hoy”.
“La previsión, en principio, es que vamos a tener casos. Ayer se confirmaron cuatro casos; los cuatro casos son importados. Son gente que viajó de Europa. Como era previsible, una vez que el virus llegara a Europa la posibilidad de introducción en América Latina y en Uruguay era mucho mayor, y efectivamente eso es lo que viene pasando. No tenemos por el momento confirmados casos de circulación comunitaria en el Uruguay, o sea nuevas personas que se hayan enfermado sin haber estado expuestas al virus fuera del país. Los casos que tenemos son los que llamamos ‘casos importados’. Las personas que estuvieron en contacto con esas personas están en cuarentena y están tomando las precauciones de autoaislamiento que se han recomendado y en seguimiento para hacerles un seguimiento clínico y, eventualmente, si presentan síntomas, detectar precozmente la enfermedad”.
Consultado sobre si podría ser efectivo el cierre de fronteras en Rivera, previniendo el ingreso de turistas brasileños, país donde se registran cerca de 200 casos, el Dr. Albornoz señaló que “respecto a cuál es la situación en una frontera abierta, cómo es la de Rivera, con la llegada de turistas, en ese sentido -y lo discutimos también en la presentación- ese no es nuestro objetivo, porque obviamente yo soy médico clínico y vinimos a hablar fundamentalmente de los aspectos clínicos de la enfermedad. O sea, tratar de conocer la enfermedad lo mejor posible, estar lo más preparados posibles para la asistencia, y cómo protegerse el equipo asistencial”.
“Esos fenómenos epidemiológicos y esas decisiones pasan obviamente por otro nivel. La organización internacional tiene una cosa que se llama el Reglamento Sanitario Internacional. Está previsto en ese reglamento -que todos los países que integran la Organización Mundial de la Salud lo han firmado- cuáles son las circunstancias y las decisiones para tomar de acuerdo a la evolución temporal de estos fenómenos. Y cada país los va a ir tomando de acuerdo a su entender, al entender de sus autoridades, y Uruguay ha respetado -a mi entender, por lo menos- lo que está establecido en el reglamento internacional y se ha apegado claramente a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud”.
Consultado si se debe llamar a la calma a la comunidad y a los servicios médicos, enfatizó que “sin lugar a dudas” se debe mantener la calma ante esta situación. “Creo que hay que hacer un llamado a la calma a todos. Vamos a vivir etapas de incertidumbre… estamos viviendo una etapa de incertidumbre y vamos a vivir varios desafíos, algunos de los cuales nos van a obligar a tomar decisiones en el contexto de la incertidumbre. Y esas decisiones, en ese contexto, siempre pueden ser adecuadas o inadecuadas. Y eso uno solo lo ve después que los fenómenos ocurrieron. Eso pasa habitualmente y -diría- en la salud frecuentemente actuamos así”.
“Hay que hacer un llamado a la calma a la comunidad. Creo que no está justificado salir a hacer acopio de víveres, de materiales. No está justificado salir a comprar mascarillas y andar por la calle con mascarillas. Eso no tiene sentido. Las mascarillas no están diseñadas para eso. Las mascarillas están diseñadas para dos cosas: están diseñadas para que la persona que tiene síntomas use una mascarilla que les cubra la nariz y la boca para evitar la dispersión. O sea que eso es para la persona que tiene síntomas. Y el otro uso para el cual están diseñadas, y para el cual está demostrado que son eficientes, es para alguien que va a brindar cuidados a alguien que tiene síntomas de la enfermedad”.
“Porque en ese sentido esa persona sí, cuando se va a acercar, cuando va a brindar cuidados, tiene que cubrir su nariz y su boca porque son eventuales vías por las cuales, si la otra persona tose o estornuda, puede llegarle contenido de las secreciones que puedan eventualmente tener algún grado de carga del virus y eso le puede llegar a la mucosa de la boca o de la nariz. Entonces, esos son los dos usos para los cuales están diseñadas. Hay algunas personas de alto riesgo que, en un contexto de exposición a muchas otras personas en un ambiente cerrado, podrían beneficiarse del uso. Pero no es para la población en general”.
Ante la pregunta respecto a qué pautas debe tener en cuenta la población para contribuir a que el virus no se propague, señaló que “lo primero que me parece es que al ciudadano común hay que llevarlo a la calma, llevarle la información más confiable posible. Hay dos o tres circunstancias que me parece que son importantes que todos conozcamos. Las personas que desarrollan síntomas respiratorios, hoy lo más probable es que si alguien inicia con síntomas respiratorios, no tenga COVID-19 en Rivera. Es lo más probable. Debe tener otro virus respiratorio, de los cuales tenemos varios en la comunidad. ¿Por qué digo eso? Porque en realidad no se han reportado casos. No tenemos evidencia de circulación del virus y hoy sólo serían sospechosos de tener una infección por COVID-19 las personas que hayan viajado a un área de circulación del virus o hayan tenido contacto con otra persona que haya enfermado por esta”.
“Pueden haber circulando otros virus respiratorios. No tenemos ninguna sospecha alta de que hoy pueda haber este virus circulando en Rivera y los comportamientos son iguales que si tuviéramos otros virus respiratorios. Las personas deben evitar concurrir a lugares donde haya muchas personas, sobre todo en el contexto de ambientes cerrados o con mala ventilación. Lo ideal es que se pudieran quedar en la casa. Si van a salir, o van a estar en contacto con otras personas, esa sí es una situación en las cuales estaría recomendado el uso de la mascarilla para cubrir la nariz y la boca. Y lo otro que está recomendado es utilizar frecuentemente la higiene”.
“La higiene es mantener una adecuada higiene corporal, obviamente, frecuente higiene de manos, porque en realidad si bien la transmisión tiene un componente que es por gotitas -como decíamos- al toser, estornudar o eliminar secreciones respiratorias, la llegada a las otras personas no necesariamente es porque esas gotitas les lleguen directamente a la otra persona, sino que lo más frecuente es que esas gotitas directamente, o las secreciones respiratorias, contaminan las manos de las personas y con las manos o con esas gotitas contaminamos superficies, utensilios, dispositivos, y eso hace que otra persona que tenga contacto con esa superficie pueda adquirir el virus, contaminar sus manos, y desde ahí de las manos llevárselo a la boca, a la cara o a los ojos, que son las vías de entrada”.
Luego, el Dr. Daniel Goleniuk respondió la consulta sobre cuál va a ser el protocolo de visitas dentro del Sanatorio CASMER de aquí en más. El médico explicó que “en cuanto a las visitas, tendríamos que disminuir al máximo el número de visitantes en el Sanatorio. Inclusive acompañantes. Vamos a disminuir a un acompañante por persona y tratar de minimizar todo trasiego de visitantes y otras personas que transcurren por el Sanatorio. En este momento no hay motivo como para tomar medidas extremas, ni de redoblar guardias, ni otras cosas que tenemos pensado, como utilizar servicios de aislamiento. En este momento la situación epidemiológica de Uruguay no lo habilita a ser así. Por ahora transcurrimos casi que con el funcionamiento normal. Pero sí se prevé que, cuando esto ocurra, vamos a desarrollar otra actitud, que es acompañar la situación del momento”.
Respecto a la recomendación del Ministerio de Salud Pública de que los usuarios adoptaran las visitas médicas a domicilio en lugar de concurrir directamente a los centros de atención, y si CASMER está preparado para un posible aumento de llamados a atención domiciliaria, el Dr. Daniel Goleniuk señaló que “uno de los problemas es que todo el mundo empiece a pensar que tiene el coronavirus y abarrote las emergencias y, de este modo, no haya un sistema capaz de dar respuesta a una sobredemanda de esa magnitud. Creemos que las personas que tienen cuadros respiratorios leves: tos o quizá una febrícula o rinitis, pueden ser resueltas la inmensa mayoría en domicilio. Quedarse en domicilio y llamar al médico de radio que concurra a valorarlo. Y luego de esa valoración seguramente la inmensa mayoría va a quedar en su domicilio. En los casos que tengan algún caso más moderado o severo serán trasladados al Sanatorio. Estamos promoviendo el llamado por cuadros respiratorios a domicilio”, explicó el Director Técnico de CASMER.
Consultado sobre si CASMER realizará algún plan para evitar la aglomeración de usuarios en el sector de Emergencias, el Dr. Alejandro Dimitrius, Coordinador de Emergencia de CASMER, señaló que “desde hace semanas estamos elaborado planes que hoy, con el Dr. Albornoz, vamos a terminar de redondearlos. Pero les podemos adelantar que si en principio, ya desde admisión, la persona cuando venga por un cuadro respiratorio, o que haya viajado o sea un posible caso sospechoso, se la va a clasificar como de alta prioridad para que no espere y no sea una fuente de contaminación para los otros usuarios. Se lo va a resolver rápidamente”.
“Lo que sí les pedimos es, a gente por ejemplo que ha viajado y viene de zonas donde el virus está circulando libremente -lo que no pasa acá en Rivera- que, si necesitan un certificado médico, la cuarentena se considera que son unos catorce días, que lo hagan -como dijo el Dr. Goleniuk- llamando al médico de domicilio. Además, esperemos que no pase, pero estamos previendo que el número de consultas por cuadros respiratorios en emergencia va a aumentar notoriamente cuando llegue el otoño o el invierno; en el Anexo -los que conocen la institución, es donde estaba el Servicio de Hemoterapia que fue trasladado- ahí va a ser el lugar que se van a ver todas las infecciones respiratorias de adultos”, concluyó.
Finalizando la conferencia de prensa, se consultó al Dr. Albornoz sobre si existe algún mito o confirmación respecto a cuál es la población más vulnerable a la enfermedad. El médico infectólogo expresó que “ahí hay que distinguir dos aspectos: uno es ser vulnerable, adquirir la infección. O sea, una vez expuesto, presentar los síntomas y desarrollar la enfermedad. Eso, en principio, somos casi que todas las personas. Es probable que los que tengan menos riesgo de adquirir la enfermedad, o sea de presentar y desarrollar síntomas, sean los niños. Eso es un fenómeno distinto a lo que ha ocurrido con otros virus respiratorios y lo que ocurre habitualmente, y parece ser una particularidad de este virus”.
“Eso es en cuanto a la susceptibilidad de adquirir la enfermedad. Como regla general, todos somos susceptibles, porque es un evento nuevo. Es la primera vez que circula este virus y por lo tanto no hay lo que llamamos ‘inmunidad de rebaño’. O sea, no hay personas que previamente hayan estado expuestas a este virus y que puedan tener un grado de inmunidad. Desde ese punto de vista todas las personas somos susceptibles. De acuerdo a los estudios, pareciera que los niños y los adolescentes tienen menos chance de desarrollar la enfermedad y de presentar síntomas”.
“Después viene el otro aspecto, que es quienes son más susceptibles de desarrollar complicaciones o tener un curso evolutivo, una vez que adquirieron la enfermedad, con una enfermedad más grave o una forma más severa. Eso es lo que parece estar más claro. Los adultos mayores han cursado, en las series que se han publicado, con más complicaciones. Particularmente los mayores de 85 años. Las personas que tienen otras enfermedades previas, o enfermedades subyacentes o comorbilidades, como se les quiera llamar, en particular las que tienen enfermedades cardiovasculares: insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria, alguna otra forma de enfermedad cardiovascular, los que tienen la enfermedad respiratoria, los que tienen otras enfermedades crónicas no transmisibles: diabetes, cáncer y algunas otras enfermedades. Pero esas son las personas que, si adquieren el virus, y adquieren la enfermedad y presentan síntomas, tienen más probabilidad de una forma más severa de la enfermedad”, concluyó.