Rivera, sábado 7 de septiembre de 2024
De un establecimiento en la 8ª Sección se llevaron dieciocho vacunos...

Preocupan robos en zonas rurales; en Arroyo Sauzal la situación se hace insoportable

(Por Ariel Rodríguez) Andrés Aquino es un pequeño productor de la zona de Arroyo Sauzal, apenas pasa el Camino de la Diligencia. Dijo que está ubicado en la zona desde hace siete años, dedicándose a la cría de vacunos y lanares, actividad que a pesar de la sequía continúa desarrollando, aunque según entiende en caso de continuar esta situación, las cosas pueden llegar a complicarse mucho.
Agregó que uno de los temas que más le preocupa, desde tres años a esta parte es la situación de inseguridad, que considera es sumamente complicado, por cuanto se trata de una zona que los delincuentes vienen castigando. Sostuvo que en el momento de su llegada a Rivera las cosas no eran así, siendo importante el cambio producido en ese sentido. Dijo que en su caso ya le han llevado vacunos y ovejas. Relató que debió salir por unos días, quedando al cuidado del campo un vecino y atacaron sus ovejas a balazos, robándole dos e hiriendo a cinco más. Dijo que tiene vecinos que han padecido situaciones similares, incluso el caso de uno de ellos al que literalmente le vaciaron la casa.
Aquino relató que últimamente le llevaron una vaquillona, lo que significa una pérdida en dinero, pero además sostuvo que el mayor problema está en recuperar el tiempo de cría de ese animal. Dijo que en la actualidad tiene temor de salir de su casa debido a que no se sabe si al volver se va a encontrar con algo. Aquino dijo que cuando llegó a Rivera eligió esa zona por tratarse de un lugar de un paisaje increíble y muy tranquilo, situación esta que ha variado sustancialmente.

ABIGEATO ES PREOCUPACIÓN
DEL COMANDO JEFATURIAL

El abigeato sigue siendo motivo de preocupación en primer lugar para el sector productivo del departamento, como para Jefatura de Policía.
El Insp. Ppal. Eriberto Fagúndez, en declaraciones a NORTE dijo que se trata de un tema sobre el que vienen trabajando intensamente y recordó que precisamente el día del homicidio de Texeira, en Paraje Sauzal, se dirigía a realizar una recorrida sobre las zonas más afectadas, a efectos de tener un conocimiento real del terreno.
El jerarca indicó que se trata de un tema que golpea en todo el territorio nacional, con la salvedad, que según entiende, en el caso de nuestro departamento se trata de una de las áreas más complejas, por las características topográficas del territorio departamental, así como por la extensa franja fronteriza. Sostuvo que las situaciones de abigeatos mayores, recién comienzan a aparecer, como el caso de esos dieciocho novillos o el de doce terneros, en seccional 9ª, que se está investigando, indicando que aún es temprano para aseverar que se trate de un cambio en el “modus operandi” de los delincuentes. Informó que le sorprende estos dos hechos por cuanto desde su asunción el máximo de vacunos robados había sido de seis.
Fagúndez dijo que aquel incidente sobre Camino Curticeiras, interrumpió la rutina que se habían marcado para conocer la realidad del departamento. Agregó que hasta ahora las zonas más golpeadas por los delincuentes, son las seccionales 2ª y 10ª, a la vez que la 8ª, hasta ahora se presentaba como una excepción total, generándose ahora un cambio abrupto en ese sentido. Acotó que se viene trabajando con seriedad con BEPRA a efectos de racionalizar la tarea, la que se hace difícil por cuanto esta dependencia cuenta con dieciséis funcionarios y tan sólo una patrulla, extremo que hace casi imposible un correcto patrullaje del territorio departamental.
Dijo el jerarca que por otra parte se trabaja en permanente coordinación con policía de Santana do Livramento a efectos de coordinar acciones, encontrándose con el obstáculo de las limitaciones legales.
Fagúndez agregó que el ideal sería dividir la tarea al menos en dos equipos, agregando un vehículo más para operar de una manera al menos aceptable. Recordó que las distancias son grandes, como por ejemplo para ir a la 8ª, que son ciento treinta y cinco kilómetros.

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