Ministerios coordinan políticas de utilización de residuos forestales para uso energético
El proyecto Producción de Electricidad a partir de Biomasa en Uruguay (PROBIO) está destinado a coordinar las políticas de aprovechamiento de los residuos de la cadena forestal para su uso energético e incorporar la energía generada a la red eléctrica. La iniciativa contribuye a la estrategia de diversificación de la matriz energética con la incorporación de una fuente renovable como la biomasa de la madera.
PROBIO es el nombre de un proyecto que busca desarrollar la generación de electricidad descentralizada conectada a la red de suministro proveniente de residuos de biomasa de la industria forestal.
La iniciativa está financiada por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y es ejecutada por la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA). La Dirección Nacional de Energía (DNE) del Ministerio de Industria, Energía y Minería y la Dirección General Forestal (DGF) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca son sus asociados estratégicos.
El director nacional de Medio Ambiente, Jorge Rucks, lidera el comité de dirección que también integran el director nacional de Energía, Ramón Méndez, y el director general forestal, Pedro Soust.
El coordinador del proyecto, Alfonso Blanco, expresó a la Secretaría de Comunicación que la institucionalidad está orientada a la coordinación de las políticas de aprovechamiento de los residuos de la cadena forestal para su uso energético y la incorporación de la energía generada a la red eléctrica.
«El proyecto tiene grandes beneficios”, destacó Blanco. Desde el punto de vista medioambiental, facilita la sustitución de energía a partir de combustibles fósiles por una fuente renovable y autóctona del país. Por otra parte, permite reducir las importaciones de petróleo, al tiempo que contribuye a la estrategia de diversificación de la matriz energética con la incorporación de una fuente renovable como la biomasa de la madera.
En ese sentido, el país posee grandes superficies forestadas, próximas al millón de hectáreas, con plantaciones que abastecen a las industrias de la madera y celulosa instaladas y en proceso de construcción.
EMPRENDIMIENTOS EN MARCHA
El entrevistado indicó que transcurrido el primer año de ejecución del proyecto se ha procurado conformar una base de información de calidad referida a la biomasa para la generación de energía. La iniciativa, además, provee a todos los actores involucrados en la cadena de herramientas para la toma de decisiones.
También se establecen instrumentos de política medioambiental y energética para promover esta fuente energética aportando a los decisores políticos estudios que soporten políticas públicas en la materia.
Blanco sostuvo que el país tiene una serie de plantas industriales asociadas a proyectos foresto-industriales y de aprovechamiento de la cáscara del arroz que están generando y aportando energía a la red a partir de la biomasa.
“La biomasa se quema para generar vapor y ese vapor mueve una turbina que genera energía eléctrica, lo que exige un manejo tecnológico importante», resumió.
Blanco afirmó que hoy la cadena forestal genera residuos a partir de la foresto-industria (residuos de aserraderos). Estos son aprovechados para la generación de energía en tres emprendimientos que venden el excedente a UTE: Weyerhaeuser, en Tacuarembó, Bioener y Ponlar, ambos en Rivera. A estos se les suma Liderdat, en Paysandú, que en su proceso productivo utiliza chips de madera para la generación energética.