MGAP cuenta con Plan de Contingencias ante fenómenos meteorológicos adversos
El Subsecretario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Daniel Garín, explicó que su Cartera cuenta con un Plan de Contingencias para hacer frente a diferentes fenómenos meteorológicos extremos. Asimismo afirmó que ese Plan se enmarca en otro más integral del Poder Ejecutivo, dirigido a las víctimas de cualquier tipo de inclemencia climática.
El Jerarca indicó que el Gobierno -dentro de las políticas de Estado destinadas a estos fines- creó el Fondo Agropecuario de Emergencias. Se trata de un Fondo constituido a partir de la Rendición de Cuentas del año 2007 y complementa otras acciones, tomadas con anterioridad, en el Fondo de Catástrofes Climáticas para la Granja en el año 2006. Garín también hizo referencia a la iniciativa destinada a cualquier tipo de suceso, promovida por el Sistema Nacional de Emergencias, de la Presidencia de la República.
Señaló que estas acciones de política de Estado, se orientan a la activación inmediata de mecanismos ante la aparición de situaciones adversas climáticas, sanitarias o de cualquier índole.
El Subsecretario dijo que en anteriores gestiones de gobierno, ante diferentes adversidades, los tiempos de respuesta del Estado eran extremadamente largos, cuando no inoportunos en la llegada de la ayuda.
Añadió que el manejo integral ante este tipo de desastres, también implica un punto de partida en el concepto global de avances en la prevención de los efectos del cambio climático, que pueden relacionarse con este tipo de eventos.
Explicó que el Plan de Contingencia está planteado como la disponibilidad de recursos económicos de rápida activación, sumada a una organización interinstitucional de activación inmediata. Agregó que tanto en el caso del Fondo Agropecuario de Emergencia como en el Fondo de Catástrofe Climática de la Granja, está prevista la integración por parte de diferentes actores institucionales.
Ante cualquier adversidad, se activan -de forma inmediata- comisiones de evaluación del daño que luego se complementan con diferentes acciones, herramientas y operativos, con el fin de superarla, ya sea con apoyos económicos para recuperar los activos dañados o evitar la desintegración de la unidad productiva.
Garín remarcó que ante una evento extremo, en el medio agropecuario, es más lo que se pierde en los días siguientes que en el propio día en el que se desencadenan los hechos. Añadió que la adversidad tiene impacto a mediano y largo plazo, en los ciclos de cultivo, por lo que la idea, es que el productor damnificado, ingrese en un círculo virtuoso de rápida recuperación.
Para este Jerarca, también la toma de conciencia por parte de los productores va en ascenso, aunque muchas veces, esa valoración se da luego de experimentar un insuceso de forma directa. En este sentido, afirmó que existe un efecto muy significativo -en la generación de conciencia- en el entendimiento de que los efectos del cambio climático son cada día más evidentes y más evidenciables.
Como otro indicador altamente positivo en la toma de conciencia, está en la toma de pólizas de seguro por parte de los productores agropecuarios. Se da de forma muy marcada en el sector hortofrutícola, afirmó Garín.
Existe una importante serie de avances en forma permanente, se ha mejorado la inversión en equipamiento para contar con una mejor estimación de los déficit hídricos en el suelo; se ha invertido también en las capacidades de mejora previsional en materia climática, entre otras previsiones.
También se ha invertido en la prevención ante sequías, con un significativo incremento de las reservas de agua en superficie y en disponibilidad de pozos para abastecimiento.
Dentro del conjunto de acciones dirigidas a disponer de recursos materiales, de organización o de infraestructura, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, ha implementado los primeros bancos de alimentos, concebidos con la finalidad de estar preparados para superar eventuales adversidades, en el suministro de alimentos para los animales.
Garín subrayó que la labor interinstitucional mejorará su precisión en cuanto la potenciación de herramientas, recursos y decisiones administrativas prósperas en resultados, así como nuevos diseños de acciones a seguir, con el fin de contribuir a la más rápida recuperación de los efectos adversos.