Rivera, viernes 25 de octubre de 2024
Carne ovina mantiene precios aceptables...

Exportaciones de lana afectadas por la crisis

El rubro ovino no ha quedado al margen de los efectos de la crisis global. Los precios de la lana han bajado fuertemente en las últimas semanas, mientras que los de la carne ovina también han sentido el shock.
De hecho, se reportan buenos índices de señalada y buen desempeño productivo en la esquila, con una productividad y calidad de lana destacada en términos generales.
Pero esta realidad contrasta con los precios de los productos, especialmente la lana que trasladando la tendencia internacional ha bajado entre 30% y 50% sus cotizaciones respecto a igual período del año anterior.
Las mayores bajas han ocurrido en el sector de lanas finas, asociadas a mercados de alto valor como Europa donde la recesión ya está instalada. Aunque los negocios en este tipo de lanas son mínimos, las referencias australianas (iguales a las usadas en el acuerdo Merino Fino) marcan descensos anuales de 40% a 50% entre 18,5 y 22 micras respectivamente.
Por su parte, las lanas medias tipo Corriedale, destinadas mayormente al mercado interno de China, han bajado en menor magnitud (30%), ubicándose en un eje de US$ 1,6 frente a US$ 2,2 de un año atrás.
De todas formas, la tendencia de mediano plazo continúa reflejando la mayor valorización de las lanas finas sobre las medias, asociadas a una mayor demanda en el sector de la vestimenta.
En realidad, esta mayor baja de las lanas finas ocurre luego de haber subido más que las lanas medias, confirmando la mayor respuesta a las señales del mercado que tienen este tipo de fibras. En plena zafra, el ritmo de operaciones es reducido y los volúmenes comercializados son bastante menores que en igual período de años anteriores.
Muchos productores deciden no vender y esperar que se reacomode el mercado. Los precios se ubican en los niveles más bajos, comparables a los presentes en el otoño de 2006.
El negocio del cordero es el que mejor desempeño relativo ha tenido en esta situación de crisis, aunque el mercado de la carne ovina tampoco ha estado ajeno a los fuertes cimbronazos mundiales. Como ocurre todos los años, los precios llegaron a sus niveles máximos al inicio de la primavera, coincidiendo con el pico de oferta y la necesidad de la industria de cumplir la cuota con la Unión Europea.
Satisfecha esta demanda el interés y los precios han mermado, acentuados por los efecto de la crisis con referencias más bajas en los nuevos negocios y dificultad en las entradas, especialmente en las categorías adultas. De todas formas, los precios del cordero han estado en los niveles más altos de la historia durante todo el año, y pese a las bajas que han ocurrido en las últimas semanas se ubican 10% por encima de 2007.
Hoy la referencia para el cordero pesado llega a US$ 2,3 por kilo en segunda balanza, habiendo llegado al récord absoluto de US$ 2,9 en la primera semana de octubre.
Perspectivas. Un nuevo descenso del stock ovino estimado para este año confirma el menor interés del rubro frente a otras opciones productivas.
Si bien no hay datos oficiales, el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) estima un fuerte descenso de las existencias que llegarían a 9,5 millones de cabezas, 800.000 menos que el ciclo anterior (-8%).
Aunque no es posible saber con qué situación de precios se manejará la nueva realidad productiva en lo local e internacional, al momento las respuestas han sido distintas según el producto que se trate, mostrando una mejor posición relativa de la carne frente a la lana.
Además, mientras la lana «toma» todas las señales del mercado internacional, la carne ovina uruguaya está restringida, ya que el acceso a mercados de alto valor para carne con y sin hueso continúa siendo la principal limitante del rubro.
Un mejor acceso a mercados incrementaría sustancialmente las posibilidades de éxito para la carne ovina y para el sector ovino en su conjunto, en la medida que pondría las bases para el desarrollo en serio de una cadena agroindustrial. Un nuevo posicionamiento entre la carne y la lana no supone desestimar esta última sino readecuar los sistemas productivos poniendo más énfasis en los aspectos carniceros, aunque también valorizando más el ingreso por lana.
Fuente: Seragro

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