Rivera, sábado 23 de noviembre de 2024

Dos localidades de Tacuarembó acceden a energía eléctrica y optimizan su calidad de vida

La Hilera y Paso de los Novillos son pequeñas localidades que albergan en conjunto a doscientas personas que acceden a la energía eléctrica. En La Hilera, una escuela rural de 20 niños y un complejo de MEVIR -el último sin conexión hasta ahora– son algunos de los beneficiarios. En Paso de los Novillos, otra escuela de 15 alumnos y una sola docente, reciben con alegría este insumo básico y aseguran que ganarán en calidad de vida.
El acceso a los pueblos La Hilera y Paso de los Novillos no es sencillo. Camino a la ciudad de Tacuarembó, luego de tomar la ruta Nº 59, es necesario recorrer kilómetros y kilómetros de canto rodado. En ese trayecto uno ya percibe que se trata del interior profundo del país. El paisaje cambia cuando aparecen los primeros postes y cables que vislumbran la llegada de la energía eléctrica al lugar. Ese hecho se celebra este miércoles 26 de marzo en La Hilera: la conexión -por primera vez- de ambos pueblos a la energía eléctrica de UTE.
Se trata de más de sesenta kilómetros de línea producto de un acuerdo UTE-MEVIR. Los beneficiarios son más de noventa familias, unas doscientas personas aproximadamente. Esto implica, además de viviendas, escuelas rurales, salones comunales, destacamentos policiales y policlínicas.
Los vecinos de la zona viven esta inauguración como una fiesta y aseguran que sus vidas cambiarán.
Paso de los Novillos: un pequeño pueblo a los pies del Río Tacuarembó.
Aquí la energía comenzó a llegar la semana pasada y fue toda una revolución en las pocas familias que conforman el lugar. La localidad queda a unos 50 kilómetros de la capital tacuaremboense y su población en sus inicios se dedicaba a tareas agropecuarias; hace un tiempo se sumó la forestación.
Eva Rodríguez, es la única maestra de la Escuela Rural Nº 22. Allí concurren quince niños, quienes están felices porque la conexión a la energía eléctrica les permitirá desarrollar más tareas educativas y mejorar su calidad de vida.
“Usábamos un panel solar que dificultaba mucho la visión a la hora de planificar. Contar con este servicio nos permite planificar mejor y optimizar el uso de las tecnologías con los niños”, relató.
“Nos mejorarán los servicios, podremos contar con una heladera, fundamental para conservar los alimentos, y por ende mejorarar la alimentación. Lo mismo ocurrirá con la salud”, dijo, mientras narraba la emoción que sintieron los niños del lugar cuando prendieron los primeros focos de sus casas.
La Hilera: casas en línea y un complejo MEVIR.
Este poblado, tiene algunos residentes más que el anterior, sobre todo porque están los que forman parte del complejo de viviendas de MEVIR, existente en el lugar hace 20 años. Este era el último de los núcleos de la organización sin conexión a la energía eléctrica. La Hilera se ubica a 68 kilómetros de la capital departamental, su actividad económica predominante es la ganadería extensiva y lleva ese nombre, porque inicialmente las casas se distribuían en línea.
Fernando Melo, maestro director de la Escuela Rural Nº 16 nos recibió complacido, porque nuestra llegada era parte de los aprontes en los que el centro educativo se encontraba para albergar a todos los invitados a la celebración. «Así lo vive la gente, como un festejo, tras años de luchar por este insumo básico».
El docente dijo que esto significa crecer, ir hacia adelante, “dar un pasito más” en la mejora de la calidad de vida de la gente de la zona. “Para nosotros, como institución educativa significa poder brindarle una mejor educación a los niños”.
Melo entiende que el acceso a la energía eléctrica es fundamental para el uso de la XO del Plan Ceibal por parte de los 20 niños que concurren al centro, y permite que esta localidad se acerque a “la aldea global de la que todos formamos parte”. La conexión beneficia a unos cien habitantes de La Hilera que hasta ahora -solo algunos-usaban paneles solares y heladeras a gas.
La lucha por mejorar y el acceso a una heladera.
Lilián Roldán es una vecina del complejo de MEVIR que además integra la comisión de mujeres. Cuando llegamos la encontramos en plena tarea de pintura. Estaban acondicionando el salón comunal para la llegada de las autoridades al evento oficial que se realiza mañana.
Con alegría relató lo que significa la energía eléctrica en el hogar. Explicó que por motivos económicos era imposible acceder a una heladera a gas, y que ahora su vida y su alimentación cambiarán por completo.
En el complejo viven unas 14 familias, y todas ellas recibieron la conexión el pasado lunes 25.
“Muchos dirán ‘no es nada’, pero para nosotros, acá en el campo y lejos de todo, es buenísimo”, celebró.

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