Suplente de edil recordó en la Junta la figura de Don Martín Padern
En la media hora previa de la última sesión de la Junta Departamental de Rivera, la suplente de edil Mónica González, recordó que “el próximo día 20 del corriente se cumplen cuatro meses de la desaparición física de Don Martín Padern. Digo desaparición física, porque espiritualmente está y estará siempre con nosotros. Pero como se lo extraña, como nos hace falta su palabra siempre justa, su manera limpia y frontal de hacer política”.
La edil Mónica González agregó que “tuvimos el privilegio de convivir diariamente con Don Martín. Primero desempeñando funciones como su secretaria, y luego como una agregada hija del corazón. Don Martín fue el maestro que nos enseñó a hacer política para servir y no a servirnos de la política. Nos enseñó a dedicarnos a servir a los demás con alegría, con respeto, y a no prometer lo que no podríamos cumplir. A decir ‘veré si puedo hacerlo’ y no decir ‘voy a hacerlo’ solo para ganar un voto”.
“Don Martín venía los viernes a la ciudad y recorría el hospital; nosotros lo acompañábamos. Cuando retornaba a su amado campo, nos dejaba una lista en donde constaba el nombre del enfermo, a que paraje o que pueblito pertenecía, y nos dejaba plata para que ayudáramos a ese enfermo, y a su familia para que su estadía en la ciudad no fuera tan dura. Don Martín jamás nos dejó hacer alarde de esto, sentenciando con su dedo en alto: ‘Que no se entere tu mano izquierda de lo que hizo tu mano derecha’”, dijo.
Acotó que “entre familia era un padre duro pero tierno y siempre estaba al lado de su familia. El día 20, a cuatro meses de su fallecimiento, con su familia estaremos colocando una placa en su túmulo en el Cementerio Central y por la noche en la Iglesia de la Inmaculada Concepción se celebrará una misa en su memoria, en donde se bendecirá una imagen de nuestra señora que será colocada en Masoller, en el Parque Aparicio Saravia, hacia donde se dirige la marcha todo los meses de setiembre”.
“En el mes de noviembre mientras estaba en el sanatorio, comunicó a la familia esa idea y la llevaremos a cabo, como lo hicimos en el año de 1997, en donde bajo su dirección y a pesar de las inclemencias del tiempo, remodelamos dicho parque taladrando los piques a pulmón y midiendo los metros a pasos de Don Martín quien nos indicaba adonde los clavaríamos”, expresó.
“Tenemos muchos y muy gratos recuerdos cultivados gracias a haber tenido el honor de compartir parte de su vida y de habernos nutrido de sus enseñanzas y su ejemplo de vida, pero la añoranza y la tristeza embargan aún nuestro corazón. Sabemos que Don Martín están en un lugar mucho mejor que nosotros, pero duele igual su ausencia, tal vez por el egoísmo, de no querer perder los seres que amamos”, concluyó.