Yonny Ocampo, un hincha de Peñarol que grita muy fuerte los goles de Nacional

Tuvimos que apelar a nuestra memoria para recordar a un jugador que estuvo en las categorías formativas de Artigas, que incluso llegó a la selección celeste y que hoy reside en la ciudad de Florida.
Resulta que ese jugador es hoy, muchos años después, el padre de un jugador de Nacional de Montevideo, joven aún y con un futuro promisor.
Hoy es un trabajador, hoy es un hombre responsable de una familia, pero cuando era apenas un niño andaba corriendo por las calles del Pueblo Nuevo hasta que por primera vez se puso la camiseta tricolor de Artigas.
Se trata de Yonny Ocampo, que es el padre de Brian (en la fotografía, arr.), puntero del equipo de Gustavo Munúa.
Casi por casualidad, y debido a los contactos que nos ha permitido el tiempo de cuarentena en casa, nos reencontramos y Yonny se apresura a ubicarlo en nuestro medio.
“Comencé en el Club Artigas a los 14 años, venía de Florida, vivía en Pueblo Nuevo. Es más, la mayoría de mis amigos son de ahí, de esa zona, y con muchos de ellos mantenemos un grupo de WhatsApp que se denomina La Esquina (por Francia y José E. Rodó)”.
Yonny recuerda que pasaban jugando al fútbol… “un día uno de ellos me invitó a jugar en Artigas y acepté sin compromiso. Diríamos que mal no me fue”.
En aquellos tiempos, y de la mano de Raúl Quinteros, comenzó a transitar por las canchas con la camiseta tricolor con los colores del héroe de la patria.
Ese mismo año jugó en la categoría sub-15, con 14 años, “pero a la vez de jugar en mi categoría, me sorprendió quedar en el banco de la Primera, obvio sabiendo también que muchos jugadores en ese momento Artigas no tenía”.
Permaneció en la institución del Pueblo Nuevo un par de años.
Pero Yonny recuerda que también integró selecciones de Rivera y recuerda algunos de sus compañeros de ese entonces: “Charles Acosta, Robinson Montero, Papo Gómez, Juan Marcelo Borges, el ‘Tekiño’ Cuello, un grande, Pablo Barboza y otros más amigos y compañeros… recuerdo que teniendo 18 años, integrando la selección sub-20 con Baltasar Lalús como director técnico”.
Después Yonny se fue a trabajar a Maldonado con su hermano, “porque ya era padre y necesitaba otros ingresos y el liceo también lo dejé en 5º año”.
Dejó muchos amigos del barrio, muchos amigos del fútbol, y hoy sigue en contacto con ellos.

LA ANÉCDOTA

Recuerda una anécdota de su época como jugador en nuestras canchas: “En Primera jugábamos Artigas y Oriental, ese Oriental en donde deslumbraba… si no me equivoco el nombre era Maikel Olivera, ese jugador aguerrido atrevido, jugador bien picante difícil de marcar… Y bueno, a mí me dicen que mi juego era medio parecido al de Olivera… creo que es mayor dos años, que mi responsabilidad era marcarlo, seguirlo a todos lados. Imagínate, los dos jugábamos de delantero”.
“En sí, ese partido terminó cero a cero. Oriental era una máquina, y los dos terminamos expulsados en el segundo tiempo… Olivera estaba muy molesto porque no podía hacer su juego. Yo era una sombra tras de él… En determinado momento recibo un codazo que me hizo sangrar la nariz y reaccioné proporcionándole una patada descarada. En sí, no jugamos al fútbol ninguno de los dos, nos fuimos expulsados y terminamos empatando cero a cero”.
El padre de Brian, actual jugador del Club Nacional de Fútbol de Montevideo, indica: “El Club Artigas para mí lo es todo. Disfruté mucho jugando ahí, aprendí mucho, me dio la oportunidad de integrar selecciones juveniles”.
Después Yonny terminó modificando definitivamente su domicilio a Florida.

EN LA PIEDRA ALTA

“En Florida jugué en varios clubes, como Peñarol, San Lorenzo, Tabaré, Quilmes… con muy buenos desempeños. Pero se extrañaba ese fútbol de Rivera. Otro juego, otro ritmo… Esos jugadores picantes, como te decía como por ejemplo de Olivera”, cuenta.
“Al año, después de dejar la selección sub-20 que terminó siendo campeón, ingresé al cuartel de Florida, que me dio la posibilidad de ser lo que soy hoy en día, enfermero”. Agrega “ya llevo 24 años de profesión.. todo se lo debo también al Batallón de Ingeniero de Combate Nº 2”.
Tuvo la oportunidad de jugar en el fútbol profesional de Montevideo, pero, por diversos motivos, nunca lo aceptó.
Hoy Yonny es el hincha número uno de Brian y señala que su hijo tiene sangre riverense. Por más que nació en Florida, que juega en Nacional de Montevideo en Primera División ya desde hace dos años, “tiene algo del estilo del fútbol riverense”.
Brian jugó desde chico en Quilmes de Florida, e integrando las selecciones de divisiones juveniles de la albirroja, “destacándose en el último año en sub-15, saliendo subcampeón y siendo el mejor jugador en ese torneo de selecciones”.
“Luego ese año, con sus actuaciones, varios representantes estuvieron tras de él… pero por experiencia y por amigos del fútbol aceptó un acuerdo con el Grupo Casal, y quienes lo llevaron fueron Fabián Coelho y Sergio Martínez”.
Brian ya hace cinco años está en Nacional: “Jugó en cuarta división y subió a Primera después de haber sido campeón de la Libertadores sub-20 y siendo el mejor jugador del torneo. Debutó ese mismo año en Primera División, por la Copa Libertadores”.
Como muy pocos en este país, Yonny -que es hincha de Peñarol y cuando era chico gritaba los goles de Morena y seguía la campaña de Walkir Silva (otro que había comenzado a jugar al fútbol en los campitos de Pueblo Nuevo, aunque nunca jugó en el club Artigas)- hoy alza los brazos al cielo por la camiseta tricolor.
“No hay otra alternativa, cuando tenés un hijo jugando la sangre tira, y mucho”, pero provoca que hoy, en Florida, haya un parcial ataviado con la aurinegra que grita los goles tricolores, mucho más si es de su propia sangre. Fotografías: FB/Archivo personal Yonny Ocampo