Se viene una nueva Semana de Turismo, la semana de los Juegos Verdiblancos

Como cada año los dirigentes, los socios, los deportistas en general se aprontan para varios días de intensa actividad.
Pero, por sobre todas las cosas, esta alegría que traen los verdiblancos desde el momento que a Zafiro Antúnez se le ocurrió implantar los juegos en los que había participado en el Sporting Club del Uruguay, en nuestro medio.
La tradición se repite año a año y se recuerda, hasta con mucho cariño, la reunión en el “fusca verde” de José Federico Díaz con la participación de Bernardino Freitas y el propio Zafiro Antúnez.
Allí nacieron los Primeros Juegos Verdiblancos, al principio con participantes que en su gran mayoría eran los que habitualmente concurrían al club.
Luego se fue ampliando a deportistas en general, a chicos, cada vez más chicos, a mujeres en todos los deportes y se ha llegado a un momento con una participación multitudinaria.
Hoy todos esperan esta fecha para poder participar y la sede del club, con el agregado del Complejo Deportivo y hasta el barrio, aguardan esta fecha con mucha expectativa.
Pero hay más, es uno de los aspectos más importantes y es el tema referido al homenaje que se realiza a alguien, dentro de la propia institución, que ha hecho méritos suficientes como para merecerlo.
Son semanas y hasta meses de debate entre los miembros de la Comisión Directiva hasta que se llega a la definición del nombre indicado, y nunca erran porque, por encima de todo, se trata de un homenaje en vida.
Así ha pasado una larga lista de deportistas que mucho tienen que ver con la vida de la institución.
Hoy el homenajeado es Hugo Alvez de los Santos. Jugador de fútbol, de básquetbol y de vóleibol en una época de oro del club que llegó a un campeonato del interior.
En el fútbol fue zaguero por muchísimos años y en otros tantos citado a defender a la camiseta celeste en los Campeonatos Regionales y Nacionales.
Desde que pisó por primera vez la sede del club cuando apenas tenía unos quince años de edad, nunca más se alejó, allí se casó, tuvo un hijo, allí lo crió y hoy es dirigente del club, y ahora acompaña a su nieto mayor, aunque el menor espera para hacerlo en cualquier momento, es en definitiva, su segunda casa y merecido tiene el homenaje que hoy la institución y el pueblo deportivo riverense le brinda a un gran deportista y mejor persona. Más información en la edición impresa.